Se conoce como anarquismo a un sistema filosófico y una teoría política que corresponde a la ausencia del gobierno. La palabra anarquismo es de origen griego “ánarkhos”, que significa sin gobierno o sin poder.
El anarquismo surge en el siglo XIX como propuesta del filósofo y político inglés William Godwin (1756-1836) de un nuevo sistema político y económico distinto del capitalismo.
Godwin afirmaba que la sociedad podría vivir sin leyes y sin las restricciones de un gobierno, y lograr su equilibrio por medio de la libertad de los individuos, lo que suponía el estado de la sociedad ideal.
El anarquismo propone principios basados en el fin de la propiedad privada y de la división de las clases sociales, del Estado y de las instituciones en general, lo que suponía la ausencia de autoritarismo, opresión y dominación.
También, apoya a la creación de las instituciones por el libre acuerdo y asociación de los ciudadanos, y la educación para desarrollar capacidades en el hombre que le permitan razonar por él mismo y así poder ser libre.
El anarquismo es una teoría política que rechaza el poder estatal y considera que la convivencia entre los seres humanos es determinada por la voluntad y la razón de cada uno. Para esta ideología, el hombre es bueno por naturaleza pero la sociedad y el Estado lo destruyen, impidiéndole alcanzar su felicidad y objetivos.
Posteriormente, otros pensadores continuaron sus estudios y teorías sobre el anarquismo, como Max Stirner (1806-1856), Joseph Proudhon (1809-1865), León Tolstoi (1828-1910), Mikhail Bakunin (1814-1876) y Piotr Kropotkin (1842-1921), entre otros.
A su vez, dentro del anarquismo existen diferentes corrientes, como el colectivismo, de raigambre bakunista, y el anarcocomunismo, de filiación kropotkiana, que se oponía a los sindicatos de clases operarias.
Se suele señalar mediados del siglo XX como el momento del declive del movimiento anarquista.
En el lenguaje coloquial, el término anarquismo adquirió una connotación negativa y equivocada, por lo general asociada al desorden o ausencia de reglas, o utilizada como sinónimo de caos.
Características del anarquismo
El anarquismo se caracteriza esencialmente por los siguientes aspectos:
Cree en la libertad y autonomía de los individuos, y, en consecuencia, en la creación de comunas de trabajadores que se gobiernen mediante asambleas federadas voluntariamente.
Está a favor de la supresión del Estado, los partidos políticos y de todo tipo de poder opresor.
Se opone a la propiedad privada, en vista de que es la causa de las desigualdades sociales.
Otorga importancia a la educación y el conocimiento para que el hombre llegue a ser libre y no viva subordinado a otro.
Anarquismo y socialismo
Ambos sistemas se asemejan en el rechazo al capitalismo y la búsqueda por lograr una sociedad más justa e igualitaria. El anarquismo se diferencia del socialismo en que es contrario al Estado: su principal objetivo es destruirlo porque no cree en los partidos políticos ni en ningún poder político, su única creencia es en el individuo y en su educación.
Por su parte, el socialismo apoya la existencia de un Estado gobernado por el proletariado para que dirija el sistema económico, social y político de los países. El socialismo cree en las propiedad colectiva, en la unidad de los trabajadores y en su participación por medio de los partidos políticos como medio revolucionario.
Otro símbolo es la bandera negra, siendo el color negro escogido en representación de la pureza y fidelidad a sus ideales, ya que dicho color no se ensucia ni se mancha.
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