Niño travieso (7)

Era lunes y todo comenzaba bien, lo vi llegar a la U, mi corazón dio un brinco, pero logré calmarme.

Las primeras clases eran las que no teníamos en común, pasó tranquilo. Solo en los intermedios lo veía y siempre hablando con alguna de sus seguidoras, ¿estaba intentando darme celos o esto siempre ha sido así y yo no lo notaba? Me dio vergüenza pensar que quizás esto estaba pasando porque yo había dejado de monopolizar su tiempo y las chicas vieron su oportunidad de actuar.

La última clase era juntos, me noté ansiosa mientras veía a todos entrar, me alegró verlo pasar, pero sentí un pequeño pinchazo en mi orgullo cuando me miró y prefirió ir a sentarse a otro lado. Lo miraba de reojo cuando el profesor anunció un proyecto de clase para dentro de dos semanas - Quiero los mismos equipos de la última vez, todos trabajaron muy bien - indicó el profesor.

Mientras salía de la sala alguien me tomó del codo - disculpa - levantó las manos pidiendo perdón - se que no debo tocarte. Nos toca trabajar juntos, ¿cómo lo haremos? He mantenido mi distancia pero no podré con este proyecto.

- En clases estaremos juntos sin contacto y fuera de clases Whatsapp,  investigaremos por separado y trabajaremos juntos solo por extrema necesidad.

- Ok - dijo y nos despedimos.

Durante la tarde discutimos sobre el proyecto por whatsapp y no fue difícil ni incómodo, creo que esto saldrá mejor de lo que temía. A la mañana siguiente durante la clase debimos sentarnos juntos nuevamente, pero él no me tocaba, estaba aliviada, pero algo me molestaba. Se acercaba, pero no lo suficiente para tocarme. Intenté mantenerme imperturbable, podía sentir su calor junto a mí y eso aceleraba mi respiración, espero él no lo note. Se acercó a mi oído, su aliento en mi cuello - ¿Estás cambiando de parecer sobre la distancia?

Trágame tierra porfavor!!, mi cara se puso roja y solo atiné a alejarme de él. Sonó el timbre y salí disparada, a los pocos metros él me alcanzó.

- Te cuesta tanto como a mi mantenerte lejos, admítelo - me empujó contra una pared.

- Por favor déjame ir - dije aguantando a penas.

- De verdad te quiero y no intento jugar contigo - dijo serio - solo quiero que lo sepas, ah... y recuerda que te queda solo una semana - acercó su boca a la mía - piensa bien lo que quieres - me miró a los ojos e hizo saltar mi corazón, me tomó de la cintura y me dio un beso rápido y suave. ¡Este niño quiere volverme loca!

Los 4 días que iban de los 10 pactados parecían una tortura, quería que todo fuera como antes, poder tratarlo como un hermano menor, pero también deseaba al hombre dentro de él.

La semana que siguió también fue difícil, él no volvió a tentarme, mantenía una distancia respetable y me evitaba en lo posible. Lo extraño, pero no debo hacerlo, que diría la gente si nos vieran juntos, que pasaría con nuestras familias, Claudia no volvería a hablarme. No pretendo ser una mártir, pero no puedo ignorar que no sería como en un cuento, no todos estarían deacuerdo, ni tendríamos un final feliz. Dicidí hablarlo con la mayor de mis hermanas.

- Si pones todo en una lista de pros y contras, por un lado tenemos la dificultad con las familias, pero por el otro tenemos que él te quiere, que tu lo quieres y no lo niegues, por lo que me has contado te lo hace como nadie te lo había hecho y ya todos en la familia lo queremos, incluso Clara. ¿Algo que agregar? - me miró segura de sí misma.
Tenia razón, pero olvidó ese pequeñísimo detalle que era lo que realmente me frenaba.
La maldita diferencia de edad y nuestra historia en común.

Aunque el haberlo visto crecer no frenaba esos ardientes sueños que me mantenían pensando en él toda la noche.  Sus manos recorriendo mi cuerpo, sus suaves labios besando mi cuello...

El décimo día llegó, estaba muy nerviosa. Sabía que él estaría esperando, me envió un mensaje para vernos. Dejé a Clara con mis padres, volví a casa para arreglarme, estaba muy nerviosa, pero decidida a dejar todo en amistad, pensar en Claudia frenaba cualquier pensamiento de que pudiera ser posible una relación con Zac. Quedamos de juntarnos en el parque ecuador.