MUSA

Estoy mirando atentamente una hoja en blanco (más exactamente, una hoja Word en blanco) tratando de concebir un buen relato o simplemente unas reflexiones.

Me apetecería hablar de los desahucios forzosos, de la infinitud del universo, de la salvaje corrupción que nos rodea, de la incompetencia de los políticos o su falta de valentía en algunos casos, del origen de la vida, de los robos perpetrados por unos señores que se llaman banqueros, de la inabarcabilidad del tiempo, de los derechos individuales y colectivos, de “El país del dinero”, de la belleza femenina, de todas las bellezas, de la injusticia social, de la indignación colectiva, de la música rock…y de algunas cosas más. Pero no consigo hilvanar nada interesante.

Hoy no estoy inspirado, mi mente no quiere trabajar; o no puede. “Hoy parece que las musas han pasado de mí. Estarán de vacaciones”.

Por eso:

Se desea contratar a una musa. Que sea, sobre todo, eficiente y, a poder ser, joven y guapa. Se ofrece trabajo por horas. Buena remuneración. Compromiso de máxima colaboración.