Las mejores vacaciones 1
Por Danmor
Enviado el 29/05/2018, clasificado en Adultos / eróticos
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Bill era un joven apuesto que buscaba progresar, aunque para ello tuviera que olvidarse un poco de su vida social, pues su trabajo lo mantenía ocupado y tenía poco tiempo libre.
Su jefe era un hombre mayor, con una esposa que podría ser su hija y que cuando no tenía ganas de salir con ella, lo mandaba a que la acompañara, al principio era cenar, después bailar y la última ocurrencia, que la llevara de vacaciones.
El trato era que ella se divirtiera, para que quisiera volver a salir, y así él podría visitar a cualquiera de sus amiguitas, Bill no entendía porque su jefe no deseaba estar con ella, pero le ofreció muy buena paga y aceptó.
Cuando fue a darle a su jefe la respuesta, este le dijo –LILY NO SABE QUE NO IRÉ, inventaré algo y tú te encargas de tranquilizarla, NO ME INTERESA BATALLAR CON ELLA−, le explicaba los detalles del viaje, pero Bill sólo pensaba…… tranquilizarla ¿cómo?
Al día siguiente llegó a casa del jefe y hasta el jardín se oían los gritos de ella, al entrar oyó que él decía –YA SE LO DE LA JUNTA−, le explicaba a Lily que tú la llevaras y en unos días yo los alcanzo, Bill la vio de reojo y se dio cuenta que lloraba, sólo contestó –SI ESTA BIEN−.
Ella iba llorando y antes de subirse al avión dijo –NO VOY−, entonces Bill trató de convencerla, pero se negaba, la tomó de la cintura y a fuerza la hizo caminar, ella lo sintió cerca y notó que la mano le presionaba la cadera para que caminara, era extraña esa sensación, nadie la había tomado así de la cintura.
Ya en el avión Bill se disculpó por el modo en que la subió, pero ella no oía, en eso le pregunta ¿soy tan fea que él no quiere estar conmigo? A Bill le dio lástima, le pasó un brazo por los hombros se la acercó al pecho, susurrando le dijo –USTED ES PRECIOSA, EL PROBLEMA ES ÉL−, ella se quedó dormida de tanto llorar.
Antes de aterrizar ella despertó, pero estaba tan a gusto que no se levantó, hasta que él le avisó que se abrochara el cinturón, una hora después iban llegando al hotel.
La suite era enorme, Bill le preguntó si quería comer, pero la respuesta de ella fue otra pregunta −¿LA JUNTA ERA CON ELLAS?−, él prefirió callar, −VETE A COMER− dijo Lily y él se fue.
Bill venía decidido a disfrutar el viaje, pero le estaba costando, fue a comer y se paseó un poco, antes de la cena regresó al hotel, y se sorprendió al encontrarla hablando sola, había bebido, lo vio y lo ignoró, Bill no sabía qué hacer, se sentó junto a ella y empezó a beber, ella sonrió, era la primera vez que la veía sonreír, y se dio cuenta que era muy bonita, se había desabrochado la blusa y podía ver parte de sus pechos, él se empezó a excitar.
Bonita escena (pensó Bill), ella borracha y yo mudo, tratando de ver algo más que sus pechos; se le ocurrió proponerle un juego de cartas, ella aceptó, pero él dijo, el que pierda se quita una prenda de vestir, Lily afirmó con la cabeza.
Bill era bueno con las cartas y se las echaba para que ella perdiera, se fue quitando la ropa, él pensó, esto si vale la pena, ahora él debía perder varias veces y se quedó sin camisa, Lily lo veía y decía ahí dormí yo y no le quitaba la vista de encima, ella estaba en ropa interior y dijo, solo dos juegos más, jugaron y perdió, se quedó desnuda frente a Bill que ardía por tocarla, su pene se lo recordaba, la última dijo él, y perdió quitándose los pantalones, así al menos su amiguito estaría cómodo, otra dijo ella, él repartió y por supuesto ella perdió y que te vas a quitar si ya no traes nada dijo Bill, mmm …… ya sé te pondré un castigo, −TE DARÉ UNAS BUENAS NALGADAS−, ella se le quedó mirando, como si no entendiera, pero al verle a los ojos no le gustó como la veía y solo dijo –YA NO JUEGO− se levantó pero como estaba tan tomada caminaba despacio.
Bill dejo que se adelantara, la alcanzó en la sala, la tomó de la mano y le dijo –ME DEBES ALGO−,se sentó en el sillón y se la puso sobre las rodillas, ella apenas forcejeaba, que más se puede pedir pensó Bill y tocó sus nalgas cálidas y suaves, sentía sus pechos sobre sus piernas, metió la mano a su zona íntima y ella no dijo nada, estaba muy húmeda, sacó la mano y le dio varias nalgadas, no muy fuerte, lo disfrutó y volvió a meter los dedos buscando su clítoris y jugó con él, a ella le gustaba, ella susurró por favor así no, preferiría disfrutarlo, esas palabras lo desarmaron, se veía tan frágil, tiene razón pensó él, y la ayudó a levantarse.
Ella no se movía, parada junto a él muy seria dijo, quiero dormir, la llevó a la cama y la acostó, ella tomó su mano y así se quedó, como pudo se soltó y se puso a acariciarla, desde el pelo, cara, cuello, pechos, vientre, caderas, piernas, en este punto ella las abrió y él contempló esa humedad que invitaba a entrar, su verga estaba lista, se subió sobre ella y la besó muy suavemente mientras con una mano le acariciaba los pechos, ella contestó el beso y lo abrazó, no lo quería soltar, parecía que ambas lenguas hablaban el mismo idioma, en ese momento el tomó impulso y entró, se la clavó hasta el fondo, ella detuvo el beso pero no lo soltó y él empezó con ese movimiento de entrar y salir, se vieron a los ojos y ella dijo −gracias lo estoy disfrutando−, el continuó con su danza del amor y retrasó su venida lo más que pudo, intentó salirse pero ella lo tenía abrazado, se vació dentro de ella, y así se quedaron dormidos.
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