Y el mundo se detiene...

Y el mundo se detiene...

La vida se para, se paran los momentos y los recuerdos se perpetúan.

Los instantes se hacen eternos, los segundos forman parte de mi recuerdo y cada gesto se encadena a mi memoria.

La vida no es igual, nada lo es de nuevo porque cada instante se vuelve mágico.

La vida ya no es igual desde que sonries, deja de ser la misma cuando me agarras y el tiempo deja de pasar cuando me besas o me abrazas.

Mi mundo se tambalea cuando estás cerca de mi, tu aroma me rasga el alma cuando lo siento y tus dulces besos me rearman en la convicción de que no eres una persona como las demás. Tu aura de ser mágico te delata.

Es tu voz, es tu tacto, es tu mirada, es tu dulzura, es tu forma de ser, son tus gestos...los que hacen que mi vida junto a ti sea mágica.

Nada vuelve a ser igual cuando comparto mis días junto a ti porque nada de lo que haces me deja indiferente.

Vuelcas mi existir cuando me sonries con tus ojos marrones o cada vez que mueves tu pelirroja melena. Se tambalea mi mundo cuando rozas mi piel o cuando tu voz inunda mi ser.

Mi vida no volverá jamás a ser la misma porque tu la transformaste hace tiempo.

No puedo más que dar las gracias a quien sea el responsable de que me guies en el camino, que alumbres mi oscuridad y que me lleves de la mano a sitios que solo tu sabes elegir y de los cuales nunca quiero regresar.

Eternamente agradecido de que tu existir sea y forme parte del mío. Eternamente agradecido de saberme enamorado de la persona más maravillosa del mundo. De ser correspondido en la misma forma. Eternamente agradecido de que tu alma sea de la misma medida que la mia.

Gracias por vivir en mi, por hacerme vivir en ti y por alterar cada día las mariposas de mi estómago.

Gracias por alegrar mi vida, por darle color a mis días y amor a mi corazón.

Solo quiero pasear por la vida agarrado de tu mano y no soltarla ni cuando deje de latir mi corazón.

Porque más allá de él, te seguirá amando mi alma. Eternamente. Por tu amor. Por ti.