Denunciar relato
Nos regalamos tiempo
con los tonos
más estimulantes,
y con ellos viajamos
al mar de los deseos
que son en paz.
Nos trasladamos
con unas caricias
que nos proponen seguir
entre querencias singulares
que nos hacen experimentar
lo que somos de verdad,
interiormente, por siempre.
No hay garantía absoluta,
no la hay, ni debe haberla,
pero el amor,
con seguridad, propone
y dispone mucho.
Es un don, un regalo.
Juan T.
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