Sus besos

Toda la parafernalia que él envuelve a la hora de besarme surte efecto. No es el mas fuerte, ni el más guapo, mucho menos el más alto, es sí muy inteligente.

Él me seduce con sus palabras, yo soy su Frida y él es mi Diego. 

Su sabor, que cosa mas exquisita, sus labios, su lengua, todo de él me atrae como un imán, él es mi droga.

¡Dame mas besos! - le exijo-

-Espera, los besos son para darse mesurados, son como un postre, se dan pausados, es como ir a la dulcería y comprar un chocolate fino, lo comes lento, no es pedir como un kilo de golosinas, ¡Ten calma!

Me choca como me controla, me hace que permanezca enganchada todo el tiempo, es un maestro del escarceo. Tiene la llave de mi cerrojo, embona perfecto.

Soy un ejemplo de control, mesura y orden cuando no estoy con él, sin embargo pierdo el control cuando estamos él y yo solos. Han sido solo 3 meses, ¿cuándo se agotará esta droga que genera mi cuerpo cuando estoy a su lado y me toca?

Me siento vulnerable y voluble, a veces me siento su dueña y otras su esclava.

Ha aprendido a mi lado a relajarse un poco, creo que le genero algo similar, aunque tiene mas experiencia en controlar sus emociones, aún así a veces, solo algunas veces  tengo un atisbo a su centro, y lo que veo me gusta.

Aprendo, vivo, reflexiono, él es mi escuela particular.