El Chanchito Flaco

Tenían en la chacra todo tipo de animales, gordas vacas, toros, aves y los infaltables chanchos, en su chiquero embarrados, como timbales inflados.

Caballos de largas crines, más grandes, viejos o nuevos, que para los peones trabajo daban todos los días del año y los niños como Juancho jugaban trabajando.

¡Qué delicia, entre los pájaros, tantos cantos afinados!. Pero había allí también un pícaro y flaco chancho; de comer había dejado poco a poco hacía rato.

Pensaba el chanchito siempre -todos somos hoy o mañana comida, comida para oros, a mí así nomás no me llevan, me despreciarán por ser poco-

Y así pasaron los días y de los animales todos uno a uno iban faltando, unos para comida, otros para trabajo; menos este chanchito llamado el chancho flaco.

¡Que dio sustos el chanchito! que al pueblo lo llevaron para que un médico lo viera, el propio veterinario.

Y al verlo al pobre chancho tan maltrecho y flaco, decidió internar al paciente de inmediato.

Después de unos días...¿y el chancho? comer comía y dijo al veterinario un día: -me voy doctor, a seguir con mi vida, a mí no me mata nadie y buscaré mi comida-

Asombrado el hombre lo dejó ir pensando: -tiene razón este chacho, que decieda él su vida-

Cuando vino el dueño de la chacra, no encontró a su chancho flaco; se le tendió la factura y dijo el veterinario -murió el chanchito flaco,,, tal vez antes de lo esperado-