Denunciar relato
A tus encantos de desnuda y divina esclava,
de muslos de principeza y pechos de joven nodriza
amante,
pubis de amapola, boca llena de besos dormidos,
rostro de rubicunda belleza que no ocultara un velo.
Yo contaba mis monedas de oro por tu precio,
pero a cada tanto, faltaban tres.
Te llevo un gran señor del mundo,
a ser la Favorita del harem del Iman de corcel negro.
Pero yo te amaba de verdad.
Y solo puedo ahora soñarte en un delirio.
Amada de oriente, amada y luna.
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