Efectivamente cuando terminaron aquellas pequeñas vacaciones y la informal pareja volvió a
su rutina habitual, Arnau en sus ratos libres se dedicó a redactar la historia que le había
prometido a su amiga basada en aquella excursión, pero envuelta en un contexto de misterio.
Mas llegó un momento en que pareció que el personaje de Montse se escurría de la voluntad
del autor; parecía que tuviese una vida propia y hacia el final del relato, ella desaparecía para
siempre en el interior de una cueva oscura, que era el símbolo de la muerte.
Arnau quedó sobrecogido por aquel final porque él no lo había planeado en absoluto.
De manera que cuando Montse le pidió leer aquel relato Arnau le respondió que aún no lo
había escrito.
Poco después aquella pareja se volvió a reunir en una calle céntrica de la ciudad. Sólo que en
aquella ocasión Montse había perdido su chispeante vivacidad, y se mostraba completamente
abatida.
- ¿Qué te ocurre? ¿Por qué estás tan apagada? - le preguntó Arnau.
- Porque he descubierto que todo es una mentira Arnau. He sufrido un desengaño tremendo.
Como sabrás yo me había enamorado de un hombre muy brillante con el que nos habíamos
entendido muy bien, pero ahora he descubierto que en realidad me despreciaba. Y siempre
me ocurre igual. Nadie me aprecia realmente. Ni familia, ni nadie... - respondió ella con una
expresión desdeñosa, de desapego.
- Mujer. El ambiente es muy ladino, y tú vas con el corazón en la mano. Y eso no puede ser
porque pones en evidencia la hipocresía de los demás. Mira. Quiero que sepas que a pesar de
todo tú no estás sola como piensas. Cada vez que me necesites, o cuando te parezca bien me
llamas a cualquier hora del día o de la noche, que yo siempre estaré a tu lado - se ofreció
sinceramente Arnau.
Montse pareció no escucharle. Fue entonces cuando Arnau de nuevo aquella extraña "Voz"
interior que le susurró: "No te molestes por tu amiga, porque a ésta le queda muy poco tiempo
de vida, ya que se autodestruirá".
Y como es de imaginar aquel hombre sintió un gran estremecimiento que recorrió todo su
cuerpo. ¿Qué era aquella "Voz"? ¿Por qué le daba aquella mala noticia que coincidía con el
mal final de su relato?
Al cabo de dos días de aquel encuentro, una noche llamaron a Arnau por teléfono. Era la
hermana pequeña de Montse quien le notificó al joven el inesperado fallecimiento de su amiga
del alma. Le habían ordenado que dijese una muerte convencional, sea un paro cardiaco, o
un accidente de coche; aunque lo expresaba sin ninguna convicción. La cruda verdad era que
por debajo de las explicaciones oficiales se ponía en evidencia el sórdido suicidio; lo cual
significaba un fracaso social, y familiar que se quería ocultar. Pero ¿Por qué lo había hecho?
Arnau se quedó tan sobrecogido por aquella noticia que aquella noche apenas pudo conciliar
el sueño. Mas reflexionando llegó a la conclusión que la familia de su amiga Montse había dado
más valor a las conveniencias sociales, a las apariencias que a la persona en sí de la hija, a
sus logros por diferente que ella fuera de sus familiares.
En consecuencia Montse había ido buscando indiscrinadamente el amor que no había
encontrado en su hogar con toda clase de sujetos fuesen hombres o mujeres, con un resultado
desastroso que la llevó a una profunda y fatal depresión - y aquí entra el símbolo de la cueva
del relato-, que la arrastró hasta la tumba.
Al cabo de unas semanas Arnau le contó a un amigo suyo de su misma edad llamado Andrés
el extraño fenómeno de la "Voz" interior en relación con la muerte de su amiga Montse, y éste
insistió en presentarle a un parapsicólogo conocido para que le orientara sobre el asunto.
- No sé... Yo nunca he creído en hechos milagrosos... - repuso dubitativo Arnau a su amigo.
- Esto que dices es un tópico, una tontería. Cuando decimos "yo no creo en lo paranormal"
lo hacemos inconscientemente en relación al mito eclesiástico, porque ha sido lo que nos
ha influido a todos desde hace muchos siglos. Pero el fenómeno paranormal es algo natural
que forma parte de la naturaleza en todos los seres vivos. - le dijo su amigo Andrés-. Además
sucede que dicho fenómeno paranormal, no viene de una revelación divina, sino que se
produce a causa de grandes tensiones emocionales. Como por ejemplo de riñas domésticas,
de estados de relajación... Lo que pasa es que las causas de tensiones emocionales no se
explican por miedo a hacer el ridículo.
- De acuerdo. Me has convencido. Iremos a casa de este famoso parapsicólogo, a ver qué
me dice - convino al fin Arnau.
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