Es extraño como necesito del sufrimiento, la melancolía, el dolor y la nostalgia para que mis mejores relatos nazcan bajo la suave presión de la yema de mis dedos sobre el teclado.
He llegado a la conclusión de que esas emociones nos hacen crecer y experimentar la vida en toda su intensidad; que aburrido sería tener solo cosas buenas y positivas, moriríamos aletargados y llenos de telarañas, nada nos motivaría.
Pobres de quienes padecen alexitimia, es un infierno en la tierra y en carne viva, los compadezco, que vacío tan grande debe sentirse. Lamentablemente las necesidades satisfechas no motivan. Permitirme ser vulnerable me ha recomendado Erick, en eso estoy, crezco, aprendo y vivo cada vez mas cerca del desapego, ojalá algún día pueda dominar ese fino arte, mientras tanto respondo a los requerimientos diarios.
Amo amar.
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