La habitación que comparto con mi hermano y su novia
Siento que esto se está poniendo cada vez peor y no creo que sea debido a mis prejuicios propios. Me doy cuenta que los lugares más privados, como mi habitación, ya no son tan propios como yo pensaba. Me doy cuenta que de manera diaria mis familiares más cercanos me quieres expulsar de todas partes para pasar tardes de amor. Comparto la pieza con un hermano y desde hace poco tiempo la comparto con su novia.
Luego de esperar horas en algun roincón de la casa puedo volver a mi habitación, luego de horas de encierro de ellos dos. Al regresar se siente esa neblina, ese vapor de olores indevidos. Mi pieza ahora es un motel pero nadie me paga por usarlo un par de horas.
Lamentablemnte, día a día, siempre pasa lo mismo y el consuelo de mi hermano es decirme: cuando seas más grande y tengas novia yo te cederé la habitación para que hables de muñecas con ella.
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