Con el miedo de mi locura
Por EPV
Enviado el 30/07/2018, clasificado en Intriga / suspense
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Las ideas que afloran en mi interior son las de quedarme despierto hasta lo más tarde posible. Son ideas que desconozco y que sólo están ahí sin ningun tipo de explicación, simplemente sucede y me preparo para ello todas las madrugadas.
Ya se comienza hacer tarde mientras mis familiares, que suelen parecer difuntos, comienzan a recostarse. Al mismo tiempo escucho esos gritos de mierda, los que invaden mis oídos de lado a lado. Intento que mi hermano con el que comparto la pieza no despierte porque si lo hace se iniciaría un estado de desesperación: su mirada aterradora con odio sobre mí, sin la necesidad de decirme nada para comenzar a incinerarme en el infierno. Cuando sucede esto pienso en la posibilidad de que sea un asesino en serie encubierto, por lo menos tiene las aptitudes para eso.
Han pasado las horas y yo sigo con la hipnosis progresiva de luna, frente a la pantalla con teclas. Siento cada vez como baja con mayor fuerza una brisa helada, acompañada de orquestas de ruidos ambientales que son tan profundos que se confunde la distancia, pueden ser de la calle o del interior del hogar. A parte de los ruídos, mi cerebro inventa imagenes entre las sombras de la oscuridad, las que parecen reales y que la familia siempre me menciona como parte de mi imaginativo influenciado por las películas de Hollywood.
Siempre me pregunto sobre la posibilidad de ir al baño entre la oscuridad de los pasillos de la casa, el miedo es tanto que a veces soporto al rededor de cinco horas sin ir al retrete. Creo que me sorprenderá un alienigena y me partirá la cabeza con un acha o que un duende dominará mi cuerpo.
Cuando la noche se vuelve cada vez más oscura es cuando entiendo que debo tomar la decisión que terminará con mi salvación o la muerte. Debo enfrentar a mis ilusiones que analizo como realidad. Finalmente cuando se da el momento doy la vuelta, enciendo por pocos segundos la luz del baño, apago la pantalla del monitor y corró tan rápido como Usain Bolt. Ya dentro del baño, con la luz encendida lo complicado es pensar en lo que sucederá a partir de ese momento, sobre todo cuando mi cerebro crea a guardianes armados que se ubican fuera de la puerta, esperando a un paso fuera del baño para así poder decapitarme.
Luego de un par de horas tomo la decisión y logró huir con pavor para acostarme y taparme la cara con la sabana. Esto se vuelve una nueva una lucha entre el sueño, el ahogamiento y mis ilusiones que aluden a seres que quieren acabar con mi vida y la del resto de mi familia.
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