La cuñada... (No te hagas, te gustó mi hermana)
Por DavidDeSiempre
Enviado el 22/08/2018, clasificado en Adultos / eróticos
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Rafael me dijo que su cuñada se había calentado la noche anterior por haberme tenido junto a ella en el sillón, pero que había notado que no le prestaba atención, que más bien, estaba muy atento a lo que decía Bertha su esposa y entonces Rafa me quedo mirando muy fijamente.
-Claro que estaba escuchando a tu esposa, estaba en tu casa ni modo que no la pelara Rafa. –Le dije con suma seriedad, tanta que incluso Rafa se sintió avergonzado por su insinuación.
-Ya se había puesto cachonda mi cuñada Contador, que ya hasta me estaban dando ganas de cogérmela, pero mi esposa la cuida mucho y no me deja acercarme a ella cuando me está mirando, pero en ratos si ponía su mano en mi verga a escondidas de Bertha, pero no pude hacerle nada, pero casi puedo apostar que estaba viendo porno porque ella me dijo que cuando anda caliente se toca de lo lindo mirando porno duro.
Deje a Rafael en su oficina y fui a ver a mi jefe para que me diera permiso de salir dos horas antes, claro que el sabia para que pues no era la primera vez que pedía ese favor, corrí a mi oficina para acabar mis pendientes y comencé a mandarle mensajes a Julia luego de que Rafa me diera su número, para ponernos de acuerdo.
Acordamos vernos en un hotel de Tlalpan por el metro villa de Cortez, llegué justo a la hora y ella ya estaba en la recepción mirando su celular, llevaba un vestidito negro muy corto, con unas mayas delgadas negras también, y unos tenis negros de suela blanca con la que parecía una fresita muy puta.
Corrió a saludarme, sin mesura me beso en la boca, me pegó sus tetas en mi cuerpo y yo con descaro agarré sus nalgas deliciosas apretándolas muy rico, subimos a la habitación y ella muy natural subió con ya una marcada experiencia, llegamos a la habitación y del minibar tomamos un par de cervezas, las tomamos y luego de otra ronda de besitos comenzamos a hacer nuestro numerito.
Julia se desvistió solita mientras yo miraba sentado en la cama, bailaba muy sensual y uno a uno me fue enseñando unos muy coloridos y sensuales tatuajes, quedando solo en un pequeño calzoncito de tela transparente oscura, camino hacia mí y me comenzó a desvestir también, me besaba y me mordía cada que descubría un espacio de mi piel desnuda, finalmente me dejo desnudo y con el pene completamente erecto y fue hasta donde se hallaban sus cosas.
Saco un par de condones Prudence de sabores, coloco uno de mora azul en mi verga y comenzó a chuparlo con singular alegría, es claro que con el condón puesto no era la misma sensación pero a la vez agradecí puesto que con su excelente desempeño ya me estaría haciendo venir, subió a mi boca y comenzó a besarme con sabor del lubricante en los labios, me puso sus tetas en la cara y yo como loco las chupe completas, mordía y pellizcaba sus pezones mientras con mis dedos frotaba su vulva caliente haciéndola mojar cada vez más.
Le di a vuelta y la puse con las piernas abiertas mirando al techo, mi boca se fue sobre su panochita deliciosa lamiendo sus labios y lamiendo si clítoris provocando los gemidos de Julia, -Métemela verga, méteme la verga por favor. –Me decía con la cara llena de gestos de placer, la acomode en la orilla de la cama y abrí todo lo posible sus piernas, ella estaba muy lubricada y coloque mi verga en la entrada de su panochita.
Ella me pidió que se lo clavara despacio porque aunque ya había tragado vergas largas, era la primera vez que se comía una así de gruesa, su petición me lleno de degeneración y comencé a meterle mi verga abriendo todo a mi paso.
Escuchaba como gemía cada que mi verga entraba y cuando la tuvo completa en su concha me pidió no moverme un momento, en eso saco su celular y solo pude taparme la cara cuando escuche el sonido del disparador, ella soltó una carcajada muy cachonda y ahora si se preparaba para sentir mi rudeza, comencé a bombearla y a darle nalgadas haciéndola gemir como loca, la acomode de ladito y con más furia le penetraba, sus uñas se enterraban en mis piernas cada que ella sentía lo duro de mi trato, mientras que a mí, eso me motivaba a chocarla más fuerte y a darle nalgadas como loco.
La coloque en cuatro y contemple la plenitud de sus nalgas, saque mi verga y baje a chupar su coño empapado y también por momentos su culo que se miraba nuevecito, coloque mi dedo medio en la entrada de su culo y ella se dio la vuelta.
-No David, por ahí no por favor, me encantaría que me cogieras pero con esa vergota me vas a reventar el culo.
Creo que sus palabras me piropearon porque no volví a insistir, la acomode en cuatro y la comencé a coger con extrema rudeza, Julia no dejaba de bramar como puta aferrándose a las sabanas con uñas y dientes, sentí que su vagina se inundaba y comencé a moverme más fuerte, en un grito intenso Julia reventaba mojando mi verga completa hasta los huevos pero no dejaba de grita que no parara. Sintiendo que el cansancio estaba llegando comencé a mover sus nalgas a mí y ella seguía corriéndose delicioso. Finalmente mis fuerzas ya no podían soportar más y me moví lo más fuerte posible para no cansarme y dejarla a medias.
Con esos movimientos Julia sintió su último orgasmo y justo antes de venirme cedió la vuelta para quitarme el condón y meterse mi verga en la boca. Terminamos sudados y cansados para recostarnos un poco a reponer las fuerzas.
-Rafael tenía razón. Coges delicioso. –Con una sonrisa ella solo me beso en la boca.
-También tu David, de lo que se perdió Bertha.
-Espera… ¿Qué?
Nuevamente volvió a sonreír como una puta sin control y buscó entre las sabanas su celular, yo con el rostro confundido mire como ella abría su centro de mensajes, luego me mostro la pantalla con la foto donde la estoy penetrando y para sorpresa el contacto que aparecía como receptor era el de “Hermana Bertha”
-Veras David, mis hermanas y yo somos un poco singulares, yo creo que ya Rafa te dijo que casi todas cogimos con él, y que mis otros cuñados también ya se cogieron a Bertha, pues anoche que fuiste a la casa ella y yo te estábamos echando el perro, y no te hagas… Tú también mirabas como paraba el culo.
-Pero Rafael…
-Ay ¿Él qué David?
Si Bertha también es bien puta, la verdad que mi hermanita está bien buena que cualquiera se la quiere coger, y ella disfruta de la verga como pocas y, me dijo que anoche tú la habías calentado, de hecho estábamos hablando de como tendrías la verga, por eso me pidió verla, y le envié la foto.
-Y crees que… -Claro, solo debes tener cuidado con Rafael, porque él sabe que solo ha cogido con mis cuñados.
-Claro!!!
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