Lo9s Gatos y El Cielo (de mi libro Cuentos para Probar y Colorear
Por sucel
Enviado el 11/09/2018, clasificado en Infantiles / Juveniles
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Mirando las estrellas estaba el gato blanco, sobre un tronco humedecido por el rocío de la noche. -Qué bonitas! Tantas pelotitas juntas. Cómo podría ser de divertido mi día- pensaba el travieso gatito.
-Aparte podríamos jugar diferentes partidos, con todos los gatos que somos acá-
En eso de la contemplación estática apareció otro gato y otro y otro... y al final todos ellos que volvían de sus andanzas y se encontraban para dormir, también descubrieron ese mar de luces en el cielo. Pero, no todos pensaban que eran pelotitas.
Para unos eran ojitos de otros gatos que les hacían guiños; algunos más ilusionados decían: -son gatas y parecen ser muy lindas si sus ojos brillan tanto y nos miran desde tan lejos, ¡uy, uy!-
-Callen- decía el primer gato -¿cómo van a ser gatos como nosotros y qué harían ahí, todos juntos mirando hacia abajo?-
-A lo mejor- decía el viejo gato a rayitas -ya son angelitos, ya vivieron acá y ahora están flotando allá arriba....o como apoyados en la ventana-.
La gata preciosa con su cola a lunares, preguntó -¿ y qué tal si empezamos todos juntos a mirarlos fuerte, quiero decir sin pestañar. A lo mejor... nos responden de alguna forma no?... total ¿qué nos cuesta?-
Efectivamente todos estuvieron de acuerdo con ella y se pusieron lo más cómodamente posible a mirar el cielo.
Todo se mantuvo igual por largo rato; sólo se oía el ladrar de perros, el ruidito de las hojas movidas por el viento... y todo el gaterío con sus ojitos abiertos.
Juntitos, apoltronados en la blandura del otro, comenzaron a sentir sueño, pereza y a decir verdad, algunos ojitos pestañaban mas rápido, hasta que finalmente no se volvieron a abrir. Desde el cielo ninguna señal los conmovió y en un tris todos quedaron dormidos, roncando y en silencio.
Pero algo comenzó a cambiar en el ambiente. Zumbaba más fuerte el viento y la comunidad gatuna sobresaltada, se dispuso a buscar más protección en otros lugares.
De repente el gato blanco gritó -¡miren, vienen hacia nosotros, miren el cielo!
Los gatos recién despabilados se fregaron los ojos y a coro emitieron un ¡uauuuuu!
Un cielo negro, sin ojitos ahora, escupía fuertemente, bolitas blancas.
Los gatos en su desconcierto y a la vez ilusionados pensaron que era la respuesta que tanto ansiaban. Pero no...
Era una tormenta de granizos.
De modo que el gato blanco acotó -yo tenía razón y se cumplió mi deseo...¡uuuuuuu! juguemos con las pelotitas.... bahhh pero desaparecen pronto y ¡qué frías son!.... Pero no pierdo las esperanzas de que otro día sean verdaderas...
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