Dios y el árbol

Hace mucho tiempo existió un hombre que estaba poseído por el maligno, por esa razón trataba muy mal a su familiar a todo ser viviente que encontraba a su paso.

Así pasaban los años siguiendo con su mismo proceder. Cierto día iba caminando y se encontró con un religioso, el cual le hablo de la bondad de Dios, pues él nos alimenta por medio de la naturaleza y la lluvia.

Este hombre nunca había querido hablar de religiones, pero aquel religioso tenía algo en su mirar y le puso mucha atención. Cuando regreso a su casa vio la mirada de angustia de su familia y sintió un terrible remordimiento, pues se dio cuenta de su mal proceder, a lo cual cayó en una terrible depresión.

Cabo un surco en la tierra y se iba a enterrar vivo, ya que no tuvo valor de suicidarse. Antes hizo una oración y dijo:-Dios, estoy tan arrepentido de haber sido tan egoísta con mi familia y no merezco vivir, pero tú que eres tan bondadoso estoy seguro que no me dejaras morir, por eso me entierro vivo. Levanto mis manos para que veas que ya no tengo intenciones de hacer daño. Si tú crees que estoy a tiempo de hacer algo por mi familia ten por seguro que lo haría-.Y Dios le contesto:- Lo harás ahora mismo.

Con asombro el hombre vio que le brotaban hojas, flores y frutos y se convirtió en un árbol.

Desde esa vez sus hijos ya tuvieron que comer y se sintieron felices. Su mama les decía:-Cuiden ese árbol como si fuera su padre-.Ellos no comprendieron muy bien, pero aun así la obedecieron y fueron felices el resto de sus vidas.

El tiempo pasó y llegaron nuevas generaciones y surgió de entre los montes un inconsciente que traía un hacha y tumbo al pobre árbol que alimento con frutos a millones de niños. A pesar de que escucho una voz que decía:-¡No me mates, soy tu abuelo!-.