LA FIESTA ZOMBI

 Reto – Adelina Gimeno Navarro en el grupo de facebook EL MARAVILLOSO MUNDO DE LOS LIBROS

De nuevo me proponían una de esas fiestas en las que si no vas disfrazado no te dejan entrar. Un aburrimiento tener que divertirte asustando a unos y otros con tonterías. Jamás había conseguido causar miedo a nadie, por mucho maquillaje que llevase puesto todos la reconocían siempre.
Lara ese día tenía un aspecto horrible, se miró en el espejo antes de salir de casa y esa vez, pensó, daba terror de verdad. Verse con aquel aspecto de muerto viviente la estaba poniendo nerviosa, así que mientras esperaba a que se hiciese la hora, se entretuvo haciendo unas llamadas. No tuvo gran éxito: unas daban tono, pero no contestaban, otras simplemente se cortaban. No tenía lógica, a no ser que recordase la nube gris que envolvió la ciudad e hizo que se oscureciese por completo a las tres del medio día, mientras ella decidió darse una ducha, aislando su cuerpo dentro de la mampara. Lo guardó en el bolsillo de aquel viejo abrigo destrozado y ensuciado a propósito, y salió a la fiesta.
Era patético verlos de aquel modo, emitiendo sonidos y babeando sangre artificial para causar un miedo que ya daba risa. No conocía a nadie, sus disfraces ocultaban su identidad y Lara solo podía imaginar quien estaba debajo de aquella siniestra indumentaria. Le extrañó ver a tanto invitado a aquella fiesta, todos caminaban tambaleándose en la misma dirección que ella y entonces comenzó a asustarse. Ahora sí estaba nerviosa, encontraba muy tétrica aquella escena, sus andares le recordaron al magistral vídeo, podía incluso escuchar su música, era una puesta en escena casi perfecta, cuándo los teléfonos móviles comenzaron a sonar y cada uno miró atentamente la pantalla. La cara de estupor era única en ellos, les pedían que entrasen en el local, que comenzase la fiesta leían, y así hicieron. Pero no todo era diversión en aquella fiesta zombi, el verdadero pánico se apoderó de Lara, cuando vio abrirse el suelo y salir unas manos que arrastraban a los invitados dentro de aquellas fosas. Intentó volver a la puerta, pero fue en aquel instante cuando una de aquellas manos tiraba de ella, se dio la vuelta y percibió un aliento fétido de aquel disfrazado amigo. Lo empujó para salir corriendo y su mano quedó dentro de su cuerpo, sus vísceras se quedaron pegadas en su ropa. En una autentica fiesta zombi era la única con vida, pero ahora sin duda era la que estaba muerta de miedo.

Adelina GN