ARREPTICIO CANSINO
Ablándala callando al triángulo,
con la dureza, travieso avieso,
confundiendo al mundo y al macaco,
abrasado, a su mano atada, altivo,
sonriendo en ascuas, al quejido lejano,
palpitante, secamente ensombrecido.
¡Endilgando al remiendo aliño!.
¡Ciego luego y cieno, insensible hueco!.
La extrema simpatía agrio nieva,
ranas, ramas, ralas… ¡Reales, ratas, rosas!.
¡Martingala encorachada embaldosada!.
Sin ser sinceras velas vanas.
Sin vida simples piedras pardas.
Sin frío vibrando el hielo hieles.
Sin cielo enrojecidamente gris.
¡Detritus manumiso encorcetado!.
Al bronce reacio necio,
de adorno sirviendo al contorno,
en su agonía, cada hora renace,
estrofas labrando y ladrando.
¡Oh, ladrones, viles traidores!.
A la misma inconsciencia idolatran.
¡Que muerde al verde que pierde!.
A la misma clorofila que repele.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez.
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