La ardilla y la nuez

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Había una vez en un pequeño bosque una ardilla que quería conseguir una de las más deliciosas nueces de ese bosque.

 

La ardilla buscaba entre los árboles, se pasaba día y noche buscando la nuez perfecta para comer. Hasta que un día la encontró. El problema es que esta se encontraba en la rama que estaba en la cima de un árbol muy alto.

 

Tu dirás pan comido pues las ardillas son buenas trepadoras, solo que hay un problema porque nuestra pequeña amiga le teme a las alturas que incluso vive en uno de los arboles no tan altos del bosque.

 

La pequeña ardilla no le gustaba trepar tan alto ya que cuando era chiquita se caía y se raspaba sus patitas, todo esto le producía malos recuerdos a la ardilla.

 

Ardilla:- ¡Ufff! No puedo creer que al fin la encontré pero tengo un problema (con voz de miedo)

 

-La nuez perfecta se encuentra en lo alto de este árbol… Tengo miedo de rasparme mis patas igual que cuando era pequeña.

 

La ardilla trataba de subir al árbol para tomar la nuez, pero sus recuerdos no la dejaban subir hasta la cima que la ponían a dudar de su propia determinación.

 

Ardilla:- ¡Vamos! Por fin en este día la encontré… Parece que se puso ahí arriba solo para que yo la encontrara y resguardarse de las otras ardillas.

 

-Desde hace tiempo he buscado la nuez perfecta para darme un buen banquete de semillas….

 

-Pero ahora me siento tan miedosa  para subir por ella.

 

La ardilla bajaba y a cierta altura del árbol le daba miedo y volvía a bajar.

 

Ardilla:- No puedo creer que ya sea grande y aun me den miedo las alturas… Soy una vergüenza, como me pueden considerarme una buena escaladora y no puedo trepar hasta la cima de un simple árbol.

 

La ardilla se sentó debajo del árbol y solo veía como la nuez alcanzaba a reflejarla.

 

Ardilla:-Este ha sido mi sueño… Porque me voy a echar para atrás, no me puse a buscarla para que alguien más que no sea yo la tome y disfrute de un buen festín.

 

Entonces la ardilla comenzó a trepar el árbol y cuando empezó a sentir miedo, cerraba sus ojitos y se decía a sí misma.

 

Ardilla:-¡Yo puedo!... Vamos no te des por vencida… ¡Yo creo en ti!

 

La ardilla trepaba el árbol con los ojos cerrados y dándose motivación ella misma hasta que choco con una rama. Abrió sus ojitos y vio que estaba en lo alto mientras que la rama sostenía aquella nuez perfecta.

 

Ardilla:- ¡Lo logre! (con mucha felicidad) ¡Logre llegar hasta la cima del árbol!

 

Contenta se acerco a la nuez, la tomo y bajo del árbol. Se fue brincando de felicidad con la nuez a su casa por haber logrado tal proeza.

 

La ardilla estaba tan feliz que esa noche se preparo la nuez y se dio el festín que desde tanto tiempo deseaba.

 

Ardilla:- ¡Ahora entiendo! Siempre tuve la capacidad de trepar los arboles hasta la cima… ¡Ya no soy esa pequeña ardillita que se raspaba sus patitas!... ¡Soy una escaladora nata! Y mejor que se preparen las nueces porque toda nuez perfecta será mía.

 

Fin

 

Moraleja: No dejes que tu propia mente te engañe. Tú eres capaz de lograr todo lo que te propones. No hay límites que te detengan.


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