COMPAÑEROS ENREDADOS

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–– Hola Belinda ¿Cómo estás?
–– Hola Sabine, estoy muy bien y sobre todo porque vengo de hablar con Stacy.
–– A ver... Stacy el hijo de Dick, el que te saca a pasear con frecuencia.
–– A parte de eso el único chico que conozco que me hace sentir vibraciones con solo mirarme
–– En resumen vienes de tener algo lindo con él
–– Y bien lindo porque todavía tengo la semillita mojada con su espeso caldo almendras.
–– Yo también he comido semillas de almendra en crema y es bien sabrosa
–– Quise decir que...
–– Que te dio merengada de pepepino por esa semillita y que todavía la tienes mojada, lo que pasa es que eres muy rápida para decírmelo pero sí te estoy entendiendo.

A medida que aquella conversación avanza Sabine toca con suavidad las bragas de Belinda que en efecto está mojada, caliente y dispuesta.
–– ¿Sabes Belinda? vas a tener que decirle a Dick que me preste a Stacy para que me dé a mi también de eso que te puso tan enérgica y hasta te cambió la cara.
–– claro que sí lo voy a traer para acá y mientras él te da lo mejor que tiene yo también te doy lo mejor que tengo.

¡Y vaya que fue de lo más inolvidable! Sabine estaba con las manos de Stacy en sus mejillas mientras aquella sobre el pantalón le tocaba el enorme y tieso listón al mismo tiempo que las manos de Belinda le rozaban los muslos, las pechugas y las nalgas. Pocos instantes después tanto Belinda como Stacy despojaban a Sabine de toda su ropa. Entre los dos la acariciaron de forma tal que la ponían a gemir con suavidad.
Luego de eso fue Sabine la que desnudó a Belinda y fue entonces cuando Sabine frotó su abultada protuberancia que tiene entre las piernas, por las nalgas de Belinda.

Ya Sabine había sacado el listón del pantalón de Stacy y Belinda seguía pasando sus pechugas por las nalgas de Sabine tratando de separarlas con las manos. A partir de ahí comenzó la perforación de la semillita de Sabine. Entre Stacy y Belinda la acostaron en ese piso rústico. Sabine ahora gemía con más ganas y más aun cuando Stacy le separó las piernas. Belinda la puso a que le lamiera las pechugas y el culo. La lengua de Sabine se metió tan adentro como pudo, y Stacy ya había acelerado su agitada cintura al máximo. Salió la crema de almendras del listón de Satacy.

Cuando Belinda trató de lamer la semillita de Sabine ella le contestó:
–– No me la quites que es mía ya tu tuviste tu parte.
Entonces Belinda le replica:
–– Pues Stacy es mi chico, te lo presté un rato pero eso que te echó ahí es para mí
solita.

Después que Belinda terminó de lamer a Sabine le dijo a Stacy:
–– Yo sé que ella es muy linda y que tiene un cuerpo delicioso pero por favor no le vayas a hacer nada si yo no estoy.
Por su parte Stacy dice:
–– Esta bien, vendré cuando tú me vuelvas a invitar de verdad que esto estuvo muy
bueno.
–– Sí te voy a volver a invitar porque Belinda Sabine necesita que la ayudemos con una investigación sobre el orgasmo para su ponencia de anatomía.


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