Mejor es dar vuelta la hoja, los dos arribamos a ello, no hay forma, no hay modo de acomodar esto.
Te quiero con franco cariño, capaz de acompañarte y deseando tu compañía, como los veníamos haciendo, no mucho hace de esto, aunque parezca un siglo.
Mejor es dar vuelta la hoja. ¡Qué fácil hacerlo en un libro!, pero son los días que pasan y los recuerdos que avanzan.
No te vayas tan pronto de mi vida, no soporto esta nueva realidad, aunque cambios no habrá y persuadida, pido de vos un poco de piedad.
No creo que me quisieras aún con aquellos ojos dulces. En los de ahora, otras palabras leo, que jamás dirá tu boca, ¿qué quiero?...
Me pregunto y me rspondo, ¡que me ames!
Fantástica utopía y hasta dudo de todo lo vivido, que un contigo anidó en mi alma, pero sale hoy agobiado, realidad que aplasta.
Sé que hay que seguir otros caminos, el tuyo tramo duro y rechazas mi deseo de aliviar.
Pero detente, espera, dame tiempo, que cure mis heridas y guarde lo mejor en mi alma y mis retinas.
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