Abigarrado al Aterirse... (Neosurrealista)
Por JoelFortunato
Enviado el 23/10/2018, clasificado en Varios / otros
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ABIGARRADO AL ATERIRSE
( Texto Experimental Neosurrealista )
Con aquella ceniza que al fuego quema
humedeciendo al océano perdida
la luz quejándose de ciega
liberado el viento verde.
A pesar de que el concreto es el material más abstracto
en casi todas las rodillas con tornillos listos para estar
instalados, cuando al espejo le salten los sueños rotos,
aprovechando la estabilidad de los estímulos de rojo,
al hablar con adhesivos al expandirse la caricia hecha
impermeable. Debido a que la construcción apunta más
allá del ombligo, amamantando jabalíes e inculpando
escorpiones en huelgas labradas sin equipo ni guantes.
Entre lo poco que se sabe de la crianza de esculturas,
y los códigos analógicos de las computadores ansiosas.
Por las inhóspitas letras con dogmas
cargando su fidelidad al balbucear
ambigua la nube nerviosa
y escasa la esencia falsa.
En el olvido adicto a la historia, en los ratos libres de una
cadena de años recolectados en los sinceros panteones,
compañeros del disimulo en la reflexión espectroscópica
que busca tomar conciencia en la superficie nanométrica
de la protesta de un infante, aterrizando en un grito ligero
por las relaciones interraciales escaneadas entre la basura.
Donde los expertos son atacados por pulgones, al deglutir
dunas de arenas, coordinando la producción de falsedades
en el cuerpo de un satélite enamorado de cuatro estrellas
al bañarse a diario con la desgracia y traer regadera blanca.
Con la esperanza descolgando alegre
la cándida botella de sed vestida
en el desnudo hielo triste
humo sin sueño azul.
Porque la pérdida de la capacidad de asombro encubre
la cumbre, desnudando la lumbre, en aquella urdimbre
del timbre y del mimbre, y la opción aparece asimismo
confirmada, llenando de compasión un florero, al saber
suprimir las diferencias del indefenso egoísmo piadoso,
para el propósito que guía una locomotora atosigada,
entre un árbol oficioso de los otoños maliciosos, y las
primeras hojas de la imperecedera intemperancia lábil,
según los resultados de un guijarro beligerante, y esperar
las pruebas clínicas de las pulgas inocentes... ¡ Ateridas !.
Autor : Joel Fortunato Reyes Pérez.
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