Denunciar relato
Limpié el polvo y las telarañas,
Para sacarme todo lo malo de las entrañas,
Me bebí un té de esos que sanan el alma,
Y desde entonces vivo con calma.
Me tomé una infusión que me borró el pasado
Junto con todo aquello que me ha atormentado.
Consumí unos gramitos de perdón para curar las llagas del rencor,
Y ahora vivo sin temor.
Mastiqué unas ramitas de dulzura,
De las que desintoxican de la amargura.
Dejé de comer bocados grandes y aprendí a tragar con lentitud,
Siendo consciente de que no siempre viviré en plenitud.
En nombre de mi juventud decidí dejarle a Dios mi futuro
Para no caer de nuevo en aquel pozo oscuro,
Donde yacía sin esperanza de un día salir con vida.
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