DULCE... BRILLANTEZ
Porque un sueño de las tinieblas brilla
donde crecen velas, en las flamas,
entre las almohadas de las plumas,
junto al fondo de las espumas,
donde los labios en su memoria
reposan cuando el fuego es frío,
y donde las sombras empolvan su luz
en el corazón atristado del sol
con la luna en sus nubes
que llueven espejos reflejando,
flores, castillos, velos, amores.
Por esa dulce brillantez, dulces dolores,
siembran la seducción de la escarcha,
con las voces del cristal
con los peces del farol
que bajan hacia el río
en la bruma de timideces claras.
Seca la boca de la fuente saca
seca la frente de la noche saca
seca la luna de la cama saca
seca la espera de la risa saca
seca la escena de la rosa saca.
El sortilegio ameno del proemio
la pericia permisible cauteloso
el perentorio atemperarse
del sueño de las tinieblas
despiertas de las tardes
dormidas de las hojas
otoñales de las miradas
dulces de las montañas
naranjas navales nevadas
púrpuras pulseras puntuales
bordando borrascas borrosas.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez.
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