ARDIENTE SEQUÍA
Por ese día donde el humo enciende
al fumar del cigarro el tabaco
al tiempo cuando se consume
la memoria en sus cenizas.
Áridas aristas arlequinadas
Seccionando seculares sedimentos.
Y poco a poco se va la vida muriendo
en el pasado de seda envuelto
entre los dedos disueltos
los espacios enhebrándose fatales.
Intangibles impunes infames
grotescos estratagemas estrepitosos.
Entre tanto, dices, no tenías ninguna,
y una solo yo, pensabas, creyendo,
que amabas, que tenías, que soñabas,
el tiempo fresco encima del abismo.
Audaz avillanado avinagrado
Flagrante flojedad florece.
Más verde que tarde llegó enorme
el día desde entonces perdido
entre los claveles del ramo
que queda sin agua fresca en el frasco.
Estigma insigne austero
Alambicado clandestino intrincado.
Bien, me dices, respondo recordando
el campanear amarillento a lo lejos
en los parpadeantes principios
que acabaron con los finales felices.
Autor : Joel Fortunato Reyes Pérez.
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