Diamantina Borusca

DIAMANTINA BORUSCA

Aquel nogal plácido y enigmático
ha dejado tristes palideces marfilinas
donde crece un sauce y coco altivo
que siente en cada hoja ruinas
olvidando estériles ausencias
azuladas entre espumas y astillas…

Su origen busco, su dolor no duele
al peregrinar del mar sus olas
cuando sueña que sueña
los ecos del cielo perdido
y el tedio cubre la espalda
a la espada del pesimismo.

Con barranco barato y abrojo
acurruca sanas areperas.
Por un vivid sin fin
Por un id sin vivir
Por un vivir sin mí
aquello que incidí e inhibí…

¡Péndulo cédemelo y juégatela!

La esquina del viento alado
desgaja una mandarina… ¡Míralo!
como una abeja baja y bebe
agladiolados murmullos.

Por eso, vamos al grano gamo
entre tortugas, y veamos peces
conservar las plumas
aunque sean canguros.

No será fácil encomiar al gato
con una cereza pobre
como no lo es elogiar la rata
con un rato de corta reata.

¡Míralo en el astrágalo y calcáneo!.
Trébol y maravilla
así que cuélgaselo y cuéntamelo
al beso preso le importa
un bledo y una oruga…

Por eso aquél nogal
es enigmático y emblemático
entre palideces marfilinas.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez