Disuasión Inusitada... (Experimental Neosurrealista)
Por JoelFortunato
Enviado el 24/11/2018, clasificado en Varios / otros
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DISUASIÓN INUSITADA
(Texto Experimental Neosurrealista)
Ahora que la ventana está
sentada con la mañana
el cristal viene cargando
las miserias de la noche cansada.
Pues el pronóstico de riesgos carece de exactitud,
habiendo cobrado gran auge el engaño que enriquece
endulzando las pérdidas sin precedentes con el olvido
indefenso, con el sufrimiento rojo oscuro de bajas
tarifas que valora el porcentaje de suspiros endeudados,
debido a su camuflaje, los desempleados son difíciles de
encontrar en una esquina redonda, de manchas, rayas y
flequillos imitando lechos de algas para emboscar a su
presa con la mirada, la piel suave, y el ritmo lento que
niegan el olvido de las aletas pectorales y el caudal tibio.
Allá donde la casa corre
frescas las cortinas ligeras
una silla se levanta
esperando largas horas parada.
En busca de oro cerca del cañón de agua, fluyendo en
suaves ondulaciones en las barreras de fuego verde,
siendo joven y esbelto, adaptado al vehículo para la
nieve que duerme con abrazaderas a una lanza de
acero tímida y llena de dudas sobre la imagen doble
apasionada por la flor que nace inadvertida silbando
entre las linternas apagadas y los viejos calcetines
de la llanura en el lodazal, veterano administrador
convertido en un desastre glorioso, formando nubes
remolinos y mostrándose reluciente en lo tortuoso.
Porque la luz inquieta
la sombra de la mesa
sin esperanza en los platos
con el desempleo sedienta.
Para un ojo no entrenado, el desempeño parece mejor
cuando se tiene niveles de oxígeno menor en la raíz del
cabello, y las células del alma pidiendo limosna a los
talones insultados por las prótesis del espíritu infestado.
Luego de tomar fotografías a los vidrios desnudos que
mastican una puerta escondida en un florero, pues casi
todas llevan ropa como parte de un rentable negocio
cuando una nueva momia es encontrada, padeciendo
catalepsia y que despertó cuando ya había sido enterrada
la controversia del rigor mortis de memorable pobreza.
Aunque la calle calla sola
la tarde reposa lejana
entre campanas sangrientas
las nubes ocultan el llanto.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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