Último secreto

Tomo tu mano y me elevo, me siento la mujer elegida por los dioses del Olimpo, deseo que todos volteen a verme -¡Mírenme, miren quien es mi hombre! ¡Mujeres del mundo no me envidien, lo siento, él es solo mío!

Si tu me llevaras al fin del mundo, al infierno mismo te seguiria con los ojos cerrados si tan solo no soltaras mi mano.

Te quiero de una forma inconmensurable e inefable, me complementas, no existen palabras en el mundo que definan mi amor por ti, nadie mas me ha besado como tu, todavía soy tuya aunque ya no estés mas, llevo tu nombre en mi corazón labrado.

No he podido olvidarte, abriste las puertas a un mundo que no conocía, me llevaste de la mano, te idealicé, me quemaste en tu hoguera.

Tu nada tenías para dar más que un par de historias que contar donde te fraguabas como el hombre ideal, yo todo te lo di, mi amor, mi dinero y mi tiempo, nada fue suficiente, eres un tonto loco, cuando un día la niebla se disipe en tu cabeza te darás cuenta de todo lo que perdiste, pero para entonces ya será demasiado tarde, soy un mar de posibilidades, el potencial es infinito, tu lo descubriste y lo dejaste ir.

Tranquilo yo guardo el secreto, no diré lo pequeño que eres y lo de tus alas rotas, sigue construyendo tu muro como acostumbras adornado con diamantes y rubíes de oropel, sin duda otra incauta mas caerá.

Me estoy alejando lentamente, te he soltado y todo está cambiando de color, el atardecer es más brillante y su dorado destello me envuelve, su color es la esperanza.

Esta es una de las despedidas que te doy, hasta que un día desaparezca para siempre, ya no podré tu ego mas alimentar y tu fragilidad se revelará como cuando el rayo rasga la obscura noche en una tormenta.

Tienes lo que has sembrado, toma tu premio, un trofeo de soledad.