Mejoras
con todo el cariño
del mundo,
y sigues
en ese momento
que es promesa especial,
base del futuro.
Necesitamos paciencia
para adelantarnos
a las impresiones diarias,
que nos ponen a prueba.
El amor es grande.
Eso da seguridad.
No hay problemas.
No debe haberlos.
Nos distraemos.
Existen opciones.
La calma nos regala
instantes de pasión.
Nos elevamos
hacia un tono de querencia
que nos encuentra
con personalismos
que prefieren situaciones
que taparán lo nefasto.
Nos buscamos
entre rocas y arenas
que nos trasladan
hacia la bondad
que incrementa la temperatura.
Variamos
para conservar la esencia.
Persistimos
en las posibilidades
de una misión honrosa
cargada de verdad.
Nos saludamos.
Estamos en la apuesta
no fingida, en la parte
de una felicidad
que abona el campo
de la estancia en paz.
Nos aplicamos.
Ya a salvo.
Juan Tomás Frutos.
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