E.M.P.L.U.M.A.D.A.
Y se oyó que decía desde lejos
voy decidida
a volar a un mar en el cielo
y se sentó dibujando en el sueño,
su mano en la pluma vivía,
cual se desliza en la tarde un sol
dónde algodonosa fué una nube
siendo su alma espejo de la mía
tejiendo con silencio un suspiro
pasando las estrellas en sus pupilas
y en el corazón cien lunas rosas
tomadas de partir las noches
que no duermen, si no aman, encima,
con luz que, más que luz, es fuego,
en los dedos invisibles esparcidos...
Llegó ese día que vuela por tifones
detrás de las cálidas galaxias
en el mármol del misterio vivo
y los pasos de blanca seda...
Cómo el nido de un ave es
tibia consoladora y suave
hecho un lingote un faro
¡Qué a la nieve conmueve
Y voló volando su vuelo
Y se encontró encontrando su mar
Su mar en el cielo dibujándola
¡Dibujo de la pluma que soñaba!
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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