MIRIADAS DE RAMOS
No, no, no, por las muertes miles imposibles.
Viven los corales en los funerales de frenesí
manchando el perfil de las cenizas de rojos.
De sacrificar los inviernos en un otoño gris
de luchas de luces de dientes de agua y arena.
A los heridos que hieren las corolas y luceros.
Con la fragua de los limbos y los lobos ligeros
En la mirada hecha ojo ramo raro esqueletoso
En la identidad sin pedir permiso sospechoso
En el perfume que seca flores al eco fervoroso
Miriadas, miriadas, de ausencias olvidadas
Que acuden diariamente inclinando la razón
En la muerte muriendo por no morirse igual
En la vida viviendo sepultadas las vivencias
En la desorbitada expropiación vanagloria
Miriadas de ramos en la muerte multiforme
Que se cuela arriba del rincón hecho vacío
Que se observa bajo el cementerio exitoso
Que se impregna del magma inquieto leve
Del abuso desgastado y agotado arrogante
Dónde se vende la misma piel del alma hoy
Y cualquier día negociando mentiras reales
Verdaderos atracos a sentimientos tatuados
Sobre las plumas de los platos y escaleras
Que sirven a la sangre de atónitas farmacias
Que siembran las monedas modas menudas
Agonizantes tumbas rojas de ceras calientes
Estando gozando el siglo está gateando lento
Por lo amores que raptan que reptan rodando
¡Qué ruedan que ruegan que arruinan andando!
Por los cuentos cubiertos de cuentas infames
Con el rombo rumbo fijo estando raudo el hueso
Más que tangible encaramando ausencias al cielo
Evidentemente de ácidos dúos, frías multitudes
Ramos hechos desnudez en la mirada miriadas
¡Qué mueren por no morirse, viviendo ausentes!
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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