Campanillas de luz

Por
Enviado el , clasificado en Amor / Románticos
1052 visitas

Marcar como relato favorito

Cuando despertaba la sentía desperezarse en silencio casi con sigilo para que no la
notase ;Mientras yo me hacia el dormido y la dejaba creer que seguía soñando.

Se deslizaba entre las sabanas y sentada al borde de la cama ,me observaba y dejaba
entrever una leve sonrisa y esperaba a que la mirase , cuando las luces que dejaba
pasar la persiana destellaban en mis parpados como campanillas de luz despertando mis sentidos a un nuevo día .

Su lado aún estaba templado y con el gesto de su cuerpo en las sabanas, mientras me
inundaba su olor, ella seguía en mi almohada y se mezclaba conmigo respirando su aroma en toda la habitación.
Sabía que me gustaba, y solía ducharse con la puerta abierta dejándome entrever,
atreves de las cortinas como se enjabonaba y dejaba caer la espuma suavemente por su
espalda .Tenía el pelo rojizo como el fuego, que recogía con unas pinzas y dejaba caer
el agua sobre su blanca piel mientras recorría con las manos todo su cuerpo y me hacía soñar que otra vez era yo quien la acariciaba. Con leve gesto cogía una toalla y cubría su desnudez mientras se acercaba a la cama donde yo seguía hipnotizado de sus
encantos. Sacaba del pequeño armario un vestido de gasas que al ponérselo parecía
flotar y se acercaba hasta los cajones de la cómoda frente a la ventana y a través de las
luces del día difuminaba la penumbra de su desnudez , me sonreía con picarda
entreabriendo sus azules ojos y me susurraba:
-¿Te gusta lo que ves?.Y yo me derretía como un helado al sol .
-Sabes que sí.(Y me vencía ) se acercaba a mi oído y respiraba con deseo y contestaba :
-Pues eso tiene un precio . Dejaba caer un tirante del vestido deslizándolo muy despacio mientras daba unos golpecitos con sus dedos sobre su hombre para que yo pagase mi tributo ante su espectáculo y la comía a besos donde ella me ordenaba, primero el hombro, el cuello, su mentón y nos fundíamos en otro apasionado juego de amor y verdad. Ella fue, es y siempre será la hermosa María.

La conocí una tarde de Octubre a través buen amigo, y desde que me la presentó no deje de sonreír como un niño en el circo , ensimismado de sus encantos.
Hablabamos toda las noche sin parar, hacía que fuera fácil conversar con ella.
Desde la primera noche deseé tenerla a mi lado, viviendo con y para ella.
Quería cuidarla ,hacerle de comer , llevarla a estudiar , esperar su regreso , consolarla y abrazarla , ser más suyo que jamás lo fui de nadie.
Un día gris me habló de desamor, y como vino se fue dejándome vacío y seco, perdido sin ella, viviendo de su recuerdo, recordando que viví con ella. La hermosa María


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed