Denunciar relato
La luz de la alborada besa tu rostro dormido y te hace despertar.
Como gata en celo saltas de la cama
y te sorprendes con tu desnudo cuerpo en el espejo.
Ya te deseas, y haces poses eroticas para ti misma,
te acuerdas entonces de tu amante amiga,
nunca pudiste ser solo de ti misma.
Entonces suena el rigton de tu puerta...
abres segura que es Ella
y la abrazas y recorres su boca con tu lengua.
Hoy no veremos a nadie mas
--- comenta en silencio el dios amor de lesbos.
Se hacen un ciego nudo sobre la alfombra,
mientras un aguacero intespestivo sacude los vitrales.
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