MOJAR FELINO
Porqué la tierna tarde masticó el hilo amarillo como pocos acusados con la seriedad del queso y la sonrisa del crustáceo.
¡F.e.l.i.n.o.!
Dónde mueren su muerte los otros ostiones viejos sus cortos viajes entre la honra que se compra. ¡Qué se adorna atajos sudorosa!.
¡M.o.j.a.d.a.!
Con la duda dudosa deseosa del dedal del dátil versátil malestar del abanico travieso apenas escenas luchando pausadas.
¡F.e.l.i.n.a.s!
Sin que lleguen a entenderse con el revoloteo del momento una irreverente oruga intranquila un lente febril irascible ardoroso.
¡M.o.j.a.d.o. F.e.l.i.n.o.!
Al curioso curiosear curioseando circunspecto venablo ebrio impulsor del sinsabor. Alacridad ¡Alacránico procaz vidrioso!.
¡F.e.l.i.n.o. M.o.j.a.r.s.e.!
Sólo por la cuerda cuerdo crudo ¡Desnudar nimio del recato barato!. Un poco menos húmedo que mínimo. Un poco más felino que los otros.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez.
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