TODO ES VIBRACIÓN

Un caluroso día de verano del año 2.018 al irme de la playa para dirigirme a las duchas del vestuario del Club Náutico en el que estoy inscrito del Masnou que es un pueblo del litoral catalán, me encontré casualmente con otro socio con el que he hablado varias veces llamado Víctor, el cual se estaba cuidando de su hijo pequeño.

- ¡Vaya cuánto tiempo sin verte! - le dije yo a modo d saludo.

- Sí... Es que no hace mucho que hemos venido aquí a pasar el verano - respondió él-. Es que mi familia y yo vivimos en Suiza donde trabajo de químico en un laboratorio que está muy bien equipado. Pero figúrate que a veces en nuestra labor también pueden suceder cosas sorprendentes que a una mente muy conservadora le costaría mucho de aceptar.

- ¿Sí? ¿A qué te refieres?

- Allí tengo un amigo y colega que al parecer haciendo un experimento con dos células, una de ellas hizo una especie de señal a la otra, y ésta segunda a su vez le respondió. ¿Cómo puede ser esto? - me explicó Víctor muy serio.

Sin ninguna duda Víctor me estaba hablando de la posibilidad que a un nivel muy primario dichas células a través de una vibración sensitiva determinada se comunicaban telepáticamente entre sí, por lo que yo de momento también me quedé perplejo.

- Como puedes imaginar mi colega pensó que había hecho un descubrimiento importante, pero a la vez se sintió frustrado porque sabía que aquel hallazgo no lo podía publicar en ninguna revista de Ciencia. Aquello sólo lo podía comentar entre los amigos más íntimos como yo.

Lo entendí enseguida. Un aspecto del Pensamiento Científico que por una parte es sumamente cauteloso con las nuevas hipótesis que puedan surgir, y por la otra parte se inspira en el espíritu materialista-positivista heredado de la Ilustración, no está dispuesto a admitir realidades más intangibles o Metafísicas puesto las considera que son simples músicas celestiales; o en el peor de los casos una burda brujería del antigüo Pensamiento Mágico.

Esta misma negación de un "algo" especial, o si se quiere llamarlo espiritual que anima a un ser vivo, se pudo constatar en los años 60 del siglo pasado en un hospital de enfermos terminales en la población llamada Delpasse situada en Texas, en Norteamérica.

A uno de aquellos enfermos se le pidió permiso para someterlo a un experimento en el momento del óbito para comprobar la posibilidad de si podía haber un "algo" substancial que sobreviviera tras del fatal desenlace, y éste aceptó la prueba. Así que cuando el enfermo entró en la fase agónica se le aplicó unos sensores conectados a un aparato. Si cuando el hombre al irse al otro mundo aquellos sensores se ponían en marcha era que sí que se podía contar con ese "algo" misterioso, espiritual, o energético de lo contrario es que no había nada. Todo era gris materia.

Lo chocante del caso, es que la prueba salió positiva; pues los sensores se pusieron en marcha y todo el mundo quedó boquiabierto.

Sin embargo aquel experimento cayó en saco roto; se deshechó quizás porque nuestra escala de valores de connotaciones materialista de la que se derivan unos intereses creados caería como un castillo de naipes, y tendríamos que replantearnos una vida más humanizada de lo que es ahora.

- Pues francamente Víctor. Esta singular comunicación sensitiva entre dos células, también se da entre dos partículas subatómicas en el Cosmos - le dije al químico.

- ¿Sí?

- ¡Y tanto! Esto forma parte de la Mecánica Cuántica, que es la parte más pequeña de la Naturaleza, pero que también es la más mágica - le expliqué a Víctor-. El átomo, que es la semilla del universo existente, es como un microscópico sol alrededor del cual voltean unas partículas elementales como diminutos planetas; pero de éstos se desprenden otras partículas más sutiles que según cómo se las observa se convierten en ondas; es decir que parece que tienen una doble naturaleza, y son impredecibles. Siguen una trayectoria discontínua, sinuosa y no se sabe por donde van a reaparecer. Es por esta razón que esta azarosa teoría es incompatible con la Teoría de la Relatividad de Einstein, quien era más determinista y no admitía a la Mecánica Cuántica. Debido a esta incompatibilidad no se ha podido descubrir una Superley que aglutine a las demás leyes del Universo. Pero he aquí lo más sorprendente. En el inmenso Cósmos,  dos partículas de luz entrelazadas como si perteneciesen a la misma familia, y que pueden estar en extremos opuestos a una gran distancia la una de la otra, ambas tienen una propiedad llamada Spín, que es como la rotción de una peonza  y son capaces de establecer una comunicación instantánea como las células de tu amigo. Pues la energía y la materia son dos aspectos de la misma realidad.

-¡Vaya! Esto es fantástico. Pero Oye. Tú no creeras en las cosas de magias, o dioses ¿Verdad? - inquirió Víctor como poniéndose a la defensiva.

-No creo en los mitos que son un elemento de la cultura de una raza. Aunque comprendo que la figura de una deidad cualquiera, puede servir de soporte de esta comunicación telepática, sensitiva de un sujeto a otro.

- Ya... ya...

- Ahora en la actualidad sé que hay una serie de científicos, de neurólogos de todas las naciones del mundo que están haciendo pruebas neuronales a algunas personas en Centos importantes  de América para estimular la telepatía humana, aunque ésta tendrá que ser con la ayuda de la tecnología avanzada. Esta nueva forma de comunicación efectiva será lo que vendrá en un futuro no demasiado lejano.

Tras una pausa añadí:

-Claro que si todo es vibración en el día de hoy percibo malas vibraciones a nivel social. Y si las emociones humanas tienen dos vertientes una buena y la otra mala - pues no hay nada que sea de un solo color-, creo sinceramente que es conveniente que se eduque al personal a saber gestionar mejor sus emociones. Sobre todo con más ética. Sí, porque en Europa desde la Ilustración sólo se ha valorado a la Razón que si bien es lo acertado para andar por la vida, se ha descuidado a las emociones. Por tanto puede haber alguien muy sabio en Ciencias, y a la vez ser un malvado con el prójimo; de igual manera como esta misma gente sabia también puede ser desastrosa en las relaciones humanas, y unos desgraciados en el amor; que esto es algo que no se sabe cómo definir.

Seguidamente como tenía calor me lancé a la ducha de agua fría, y cuando acabé me fui a un bar a tomar una refrescante cerveza, y regresé a mi hogar.