Me habia perdido del grupo que exploraba el polo norte.
Una ventisca blanca.
Diviso un pequeño poblado de Iglus.
Pueblo esquimal afectuoso, me dan cobijo y me abrazan.
Se siente noche profunda. Me dan carne asada de foca,
y piñas en conserva. Abro mi botellita de ron.
Hora de dormir. Con señas me dan a tomar una esposa.
Es joven muy hermosa con su sonrisa de niña inocente.
No pasa los veinte años, me dice que la embarace, por señas.
Es su forma natural de amar.
Solos, en la casa de hielo, nos desvestimos,
cubiertos por una piel de oso.
Transpiro boca a boca, cuerpo en el cuerpo,
En algun momento me desmayo, despierto amando nuevamente,
Y entonces duerno.
No se donde estoy me llaman de lejos,
han pasado muchas horas. Una patrulla viene a buscarme.
Enamorado me quiero quedar. Pero es imposible.
Llevo en la retina un cuerpo tembloroso
Llevo en la piel una ternura infinita.
Adios O Kunna. Te ame.
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