Incendios

Sé que probablemente ya no importe ahora, pero quería decir que conservo aún los dos tickets para el crucero por Andrómeda. Anoche trabajaba en el estudio y me perdí pensando que si estuvieses aquí podríamos retomar algunas cosas… correr bajo la lluvia en agosto y ver Forrest Gump para terminar de enlistar todas las formas en las que se pueden preparar los camarones según Bubba, acudir al estreno de las películas en verano, prepararte el desayuno y mirar ese gesto tan tuyo que no dice nada pero grita gracias. Después adivine tu fantasma en la recámara mirándome con gesto de desaprobación y entendí que no sería igual, no seriamos los mismos.

Quería recordarte y decirte que me encanta tu cabello castaño al hombro y tus dientes frontales que sobresalen un poco más que los restantes, tu mirada inquietante cuando estas a la expectativa de algo,  que cuando te vi con esa falda rosa en la primera cita me pareciste lo más bonito sobre la tierra y que extraño la serenidad de tu voz pronunciando mi nombre.

Sé que no eres mía, que nunca lo serás y que nunca quise que lo fueras, siempre quise que fueras tú, que nos perteneciéramos a nosotros mismos mientras nos compartíamos.

Por cierto, se incendió la parte trasera de la casa del vecino, pero no te preocupes, las hortensias en el huerto están intactas, aún platico con ellas como me enseñaste.

Y nada… solo quería que lo supieras.