Denunciar relato
Cantaba una rana en la vieja pileta.
En un recodo y bajo calaminas un estercolero de patio.
En la pared de mi cuarto un Cristo verde luminoso,
acompaña las noches de invierno.
Y unos niños que de pronto huyen de mi una mañana.
Y me quedo solo sin
poder alcanzar el pan de mi mesa.
Y la serena voz de mi padre
enseñandome la conducta verdadera.
La madre tambien trabaja,
mi niño esta solo con su tia "loca".
-- Dios la guarde -
Adios a mi ayer,
que todavia habra mañanas...
Se me quiebra el alma de nostalgia.
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