Denunciar relato
Cierta mañana de otoño, volaba despreocupada una mosca. Zambomba! Cae presa en una red de araña orbitela.
La cazadora parte a toda velocidad por su presa. Pero el habilidoso mosquito, con sus patas delanteras, clava los ojos de la araña.
Un pequeño remolino azaroso de viento destrulle la tela. Cae la octopoda, y vuela la mosca diciendo: "si un poeta lo contara no lo creerian, viva el Dios de las Moscas!!
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