Cae una agua negra y acida,
sobre la ciudad en ruinas.
Mi amor, mi familia, esposa e hijos,
fueron despedazados.
No tengo rencor en el alma, ya no tengo mas alma.
Busco entre mis miserias el fusil,
pero esta roto tambien.
No se quien dio la orden asesina,
y no me importa. Son iguales todos.
Fui un hombre bueno,
pero ahora les deseo el averno de Ala.
Grande y misericordioso, Ala Dios,
escucha mi plegaria.
El llanto de desesperacion me embarga,
y no puedo concluir mi suplica.
Creo que Siria era el nombre de mi bienamada
patria. Demente debo estar.
Ahora hay un cielo negro y llueve,
llueve negra lluvia y acida
de la mas completa desolacion.
Ala grande y misericordioso,
Hazme justicia,
te lo imploro desde el fondo de mi dolor...
...Y en una oculta roca kaaba
Ala Dios oia silencioso...
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