La Universidad

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Fueron solo 4 años me hubiera gustado que hubieran sido 10 o 20 porque se pasaron muy rápido como cuando uno está en un lugar donde se siente a gusto y entretenido. No sabíamos exactamente donde empezaba las instalaciones de la universidad ni donde acaban pero para nosotros no era importante.

Estábamos en los años 80 y muchos cambios tecnológicos estaban ocurriendo y sorprendiéndonos, nuestra carrera de contador está influenciada por una inflación que según algunos creaba ganancias y que complicaba mucho nuestra carrera.

Las computadoras empezaban a ser accesibles y por primera vez vimos las hojas de cálculo que nos facilitaría mucho nuestros trabajos de escuela, nadie teníamos impresora personal así que era un buen pretexto para juntarse disque a estudiar y más bien era a platicar.

En la carrera siempre existía los trabajos fínales en equipo que más que estudiar era para convivir y mostrar nuestros modos de ser, como el líder, el autoritario, el conformista, el que nunca hacia nada pero que debíamos incluirlo. Los trabajos en su mayoría eran presentaciones que nos obligaban a pasar hablar al frente de la clase.

Una de las características principales de nuestro grupo era que había mucho más mujeres que hombres, quizás porque las mujeres era más difícil que se fueran a estudiar a otra ciudad como muchos hombre lo hacían. En ese tiempo la economía familiar de mi casa no era la mejor así que no me arriesgué y me inscribí en la UANE. Otra de las características era que había muchas Claudias creo que 5. En el salón se podía fumar no había problema con el reglamento de la universidad.

Muchos amigos me echaban carilla porque me había metido a esa universidad, le llamaba ellos la wuevane y decían en forma de chiste que cuando pasan lista en vez de decir presente se decía abordo porque los maestros eran muy barcos. Nosotros teníamos fe que encontraríamos trabajo saliendo de la carrera y que la persona es más importante por ella misma, que de donde tenías el título.

Todos nos tomábamos muy en serio los temas de discusión, y muchas veces recuerdo que decían: pero en Estados Unidos y todos contestábamos pero aquí estamos en México y seguíamos discutiendo. Otro tema que salía muy frecuentemente era que es mejor un contador o un administrador?

Recuerdo a la maestra que nos obligaba a hablar en público, que nos sentíamos muy nerviosos porque estábamos en la edad de la carilla total, si te equivocabas en algo te iban hacer pedazos, algunas de las compañeras les sudaban las manos, otras tartamudeaban y otros se le iba la voz. No era fácil adaptarse a estos nuevos retos.

Teníamos un método muy particular de enseñanza, veíamos de 2 en 2 materias y las agotábamos en un tiempo de un mes o mes y medio pero era como si las hubiéramos visto todo un semestre. Todos opinamos que era buen sistema ya que tenías siempre fresco los temas y te concentrabas más en aprenderlos.

Los primero 4 semestres fueron en la mañana, empezábamos muy temprano para mí las 7 am de la madrugada para que pudiéramos salir temprano y trabajar en algún lugar. Algunos consiguieron trabajos en despachos contables y se dieron cuenta realmente de lo que se trataba la carrera. En las clases se hacían referencias de ciertos temas porque como los veíamos en los trabajos.

Los siguientes 4 semestres fueron en la noche, entonces nos hacían correr entre el trafico porque la universidad estaba muy alejada del centro. Muchas veces chocaron los compañeros por venir a toda velocidad. Solo nos permitían el 10% de faltas y cada retardo equivalía a una falta, no había nada que reclamar si te mandaban a extra por faltas.

La mayoría de nosotros teníamos muy buen promedio y casi nadie reprobaba, hasta que llego un maestro que supuestamente le había llamado la atención porque era muy barco y tomo la decisión contraria, reprobó a la mayoría, esto causo un gran alegato y se tuvo que volver a dar la misma clase.

En el trayecto de la carrera algunos tuvieron que salirse por diferentes causas, unos por embarazos otros por problemas económicos, otros por cambio de ciudad. Siempre los extrañábamos mucho y los mencionábamos.

Porque no hablar de las butacas que para muchos eran buenas por la cercanía con las compañeras u otros opinaban la incomodidad de cómo salir sin molestar a los demás, recuerdo que no eran muy firmes porque muchas veces se quebraban. Como me acuerdo cuando un maestro se sentó en una butaca quebrada que no se veía como quebrada y se fue de espaldas con las patas para arriba porque le dijeron que tenía abierta la bragueta. jajaja

En algunas ocasiones nos mezclaban con alumnos de otra carrera y podíamos darnos cuenta como era su pensamiento muy distinto del nuestro. Nosotros siempre pensábamos en cuánto costaría y los otros ni si quiera les importaba eso. Los contadores somos personas muy preocuponas porque siempre somos los que damos los resultados, si son positivos o negativos de los negocios.

Como no recordar los exámenes con fichas en donde teníamos que escoger y no sabías cual te tocaría para hablar, normalmente siempre estudiábamos muy bien los primeros temas pero los últimos como que ya los dejábamos a la suerte. Eran exámenes de uno por uno y se prolongaban mucho tiempo para terminarlos.

No había cafetería solo había un sencillo puesto de lámina verde en los edificios en donde una familia lo atendía y era poca variedad de cosas que ofrecía, quizás porque éramos pocos alumnos. Nos sentábamos en unas estructuras metálicas que estaban pegadas al estanquillo. La universidad tenía pocos años de haberse cambiado a estos terrenos y no construyeron cafetería solo 2 edificios.

Empezaba la energía solar y recuerdo que instalaron una lámpara a mitad del pasillo para mostrar que la universidad estaba a la vanguardia de la tecnología. En muchas ocasiones la dichosa lámpara no funcionaba ni alumbraba casi nada.

Recuerdo que muchos trabajos debíamos grabarlos en fragmentos porque los disco flexibles tenían poca capacidad y que nos complicaba mucho la existencia cuando había apagones de electricidad, esto causaba un caos por lo que estábamos guardando y guardando los archivos.

Escribí estos textos porque estoy muy contento que hayan creado el grupo de WhatsApp y tener contacto con todos ustedes. Pudiera escribir mucho más pero me pareció prudente parar aquí. Los quiero mucho colegas!


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