Denunciar relato
Colgada del hilo de la felicidad, su cuerpo cimbreaba al son de las circunstancias.
Unas veces iba y otras venía, como una marioneta manejada por una fuerza mayor, vital y que ella conocía.
Se agarraba fuerte intentando no perder el hilo, difícil llegar a ella, dura la caída y sabiendo lo que sabía luchaba por mantener la estabilidad.
Frágil, de muchas vidas vividas, desgastando la locura y la soledad, era el último asidero, el último refugio que le quedada.
Se movía timída, consciente de lo que yacía en su caída y avanzando temerosa, recordaba todas aquellas vidas.
Todo se fraguaba en cada acción, cada paso con tino, pero en el fondo se engañaba, porque su hilo era muy fino.
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