PERDIDA...LLAMA
Al vapor del ciprés con mariposas.
Al calor amarillo de la esperanza.
De los parcos puertos puertas.
La nieve al techo está clavada.
La humedad al asfáltico trasluz.
¡Perpleja Flama!.
La naranja en la bandeja.
La sirvió un taller de peces.
De cuatro metros de hoteles.
Al sudor del coche, café, negro.
Al ser anaranjada la bandeja.
¡Desviada luz!.
De ser repleta del vacío enfermo.
La tarde, ropajes en llamas, latidos,
Al cultivar, con el cruzar, las piernas,
La cara, con el suelo, los brazos.
Al dibujar el tiempo cortante.
¡Chispa ruinosa!.
Al estar arriba del tren, los ecos.
La noche y mañana envejecen.
Al olvido de la lluvia y la montaña.
La llama, llama al frío y al viento.
De ver, en puñados las tardes.
¡Habla aturdida!.
De canciones de cunas traficantes.
Por el rincón de calles y diques.
De las rodillas de las abejas.
Por el precipicio inalcanzable.
De donde, la velocidad, desaparece.
¡Flama sensible!.
Que
Al sonido
Se dobla
Del fósforo
Llama fría
Y
Regresa
Por el llamado
Leche
¡Carne, piel!.
Del rebaño de las cordilleras.
Con la vida que tiene,
y da.
Al llameante,
fuego.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales