-No debería transitar estos parajes cuando la luna brilla y la bruma equivoca nuestros sentidos.
Como respuesta solo halló un gesto de confusión.
-Debo entender que no ha oído hablar de la bestia.
-¿La bestia?
-Sí, señor mío. Un ser nacido del barro. Un devorador de hombres. Verá -dijo adoptando un tono confidencial-, en noches como esta, la bestia abandona su madriguera en busca de presas. Y puedo asegurarle que tiene predilección por la carne humana.
-¡Fabuloso!
-Sé que parece un cuento para asustar a los niños, pero le aseguro que es tan cierta como la muerte. Sin embargo, yo estoy decidido a terminar con ella. Acabaré con ese ser repulsivo que, sin duda, fue creado por el mismo diablo. Lucharé con ella hasta la muerte si es necesario.
-Entonces, mejor será que no le decepcione.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales