Anécdota inefable

Por
Enviado el , clasificado en Poesía
683 visitas

Marcar como relato favorito

ANÉCDOTA INEFABLE

Esto pasó cuando menos lo esperaba.
La piedra me soñó petrificado.
Nada sabía el aire ni el agua.
El cincel, el martillo, la campana,
la tarde, el tiempo... Todos dormían.
Menos yo.

Y en ese sueño era piedra.
Frontera de nube y almohada.
Desperté de noche sobre la luna.
Siendo piedra, siendo sueño, sin saberlo.
Dormí en el fondo del mar... Sin color.
Frontera de roca y esponja.

¿Para qué decirlo?.
Nadie lo creería.
Y menos cuando se enteran que uno,
es un sueño de una piedra.

Y sin embargo, se puede.
Aunque solo enamorado, de los ídolos,
del amor. Y de las flores de acero.
Se puede sentir. Se puede imaginar.
Se puede soñar, incluida a la piedra que sueña.

Pues ésto pasa en los sueños.
De otras piedras. Cuando nos sueñan.
Sin saberlo.
Y el aire se humedece de alegría.
Y lo que parece deja de serlo.
Y al final no puedes contarlo.
Completamente... ¡Solo lo inefable, como aquí!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez

 


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed