LA PAZ Y EL HÉROE IDIOTA

La Paz que abochorna, esa paz que nadie la quiere pero simplemente uno no tiene las fuerzas de pararla. Esta Paz que se da después de la guerra, después de ese cataclismo inmenso el cual no solo uno tiene que pasar, cataclismo que azota con látigo de espinas a toda persona a su alrededor. Sin embargo pese a ser de tan magnas magnitudes este cataclismo todo poderoso y temible nunca nos asesinará, nunca podrá doblegarnos debido al deseo humano de seguir adelante, vivir un día más con la esperanza de que el siguiente día será mejor; aún sabiendo que después de la lucha de un día, al siguiente nos espera otra batalla. 

Y ahí está en medio de estos dos titanes entre el hielo que quema y la fragua que arde del siguiente día está eso, está la Paz. Vacío en la existencia donde la gente no habla, donde la gente no respira, solo aplica todas sus capacidades mentales para siquiera aún tener la oportunidad de seguir existiendo. 

Hondonada en la cual no se piensa ni se reprime la idiotez de cada persona, misma que todos tienen, en el momento en el que un idiota más de todo un mundo de idiotas surge en este tiempo vacío para ladrar todo su pensamiento, toda la frustración que tiene dentro de si, y toda la melancolía de su público que lo mira; porque no hay nadie más, no hay ninguno otro héroe más que él para extraer fuerza del viento, de la brisa fría de cada mañana para convertir ese vacío existencial en el espacio y tiempo en un evento que lacera más que cualquier cataclismo, más que cualquier titán que se divise en el horizonte de lo que ahora nosotros llamamos mañana.