Conciliación ya!

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Hoy quiero compartir una reflexión. 

Se que no es lo propio, pero creo que es importante que hable de ello.

Para mi es un tema serio, y supongo. .. bueno, estoy segura de que muchas personas se sentirán identificadas con lo que relataré.

Hoy no ha sido un buen día para mi. 

Desde hace unos años tengo la sensación de que no llego a todo.

No se a vosotros, pero a mi me faltan horas en el día.

Soy una de esas madres trabajadoras, que un día decidió ir a la Universidad para poder acceder en un futuro a un buen puesto de trabajo, de las que terminó la carrera y comenzó su primer trabajo con ganas de comerse el mundo, de las que creían que una mujer podía ser una gran profesional, ser una gran madre, tener una vida social activa y estar guapa e impresionante las 24 horas del día.

Si, creía que iba a ser esa clase de mujeres que salen en los anuncios que sin que se les corra el rímel o con su maquillaje impoluto aguantan el día con una gran sonrisa, trabajan, van al gimnasio, quedan con sus amigas y cuando llegan a casa tienen tiempo para jugar con sus hijos. Pero la realidad no es así. Al menos la mía, desde que soy madre mi realidad es la siguiente:

Es rara la vez que llego a tiempo a algún sitio, por no decir que siempre llego tarde a todo.

No recuerdo la última vez que dormí mas de tres horas seguidas, tampoco recuerdo cuando fue la última vez que vi la televisión (al menos algo que no fueran dibujos animados), tampoco recuerdo la última vez que tuve una conversación que no fueran niños,  colegios, pañales, vacunas etc.

Durante la mitad del día me siento cansada, la otra mitad me siento exhausta. Con suerte puedo llegar a la cama agotada.

Vida social ¿que es eso?. No recuerdo la última vez que quedé con mis amigas, no recuerdo cuando fue la última vez que me arreglé y salí de copas.

Pero eso es lo de menos, lo que peor llevo es la falta de conciliación, esa sensación de estar trabajando y no pasar el tiempo con tus hijos, y el poco que te queda estás tan cansada que no puedes mas. Por supuesto a todo eso hay que sumar el trabajo en casa.

Quien diga que ser padre o madre es fácil, está claro que no tiene hijos. Quien diga que es perfectamente compatible la vida familiar con la vida laboral, no tiene hijos.

En serio, no hay conciliación.  Es muy difícil conciliar la vida laboral con la vida familiar. Yo al menos, en mi trabajo tengo la sensación de que no doy el 100 por ciento, pero es que en casa tengo la misma sensación.

Y digo yo ¿por que tenemos esta sensación?, ¿a caso nos hemos creído que podemos con todo, y la realidad es que no?, quizás ¿somos tan inútiles que no podemos tirar con todo?, y ahí es cuando vienen las comparaciones. Si, cuando nos copáramos con la madre o padre perfecta o perfecto, que parece que tienen todo bajo control,  sus hijos son los más arreglados, los mas educados, y a ellos se les ve tan descansados, tan impolutos tan arreglados pareciendo que todo lo tienen bajo control,  y ahí es cuando te preguntas ¿pero que estoy haciendo mal? Y te lo cuestionas todo y te hundes y te crees lo peor de lo peor. Esas eternas comparaciones.

Pero para rematar, siempre hay alguien, alguna personas que tiene el don de juzgarte, de darte consejitos, de decirte lo bien que lo hacen unos y lo mal que los estás haciendo tu. No, no es que nos digan directamente que somos los peores padres del mundo, pero la frase que empieza con “yo de ti lo haría....” o “deberías de...” te fulmina, y tu la traduces en tu cabeza de la siguiente manera “ que mal lo estás haciendo”.

En fin, esta es la realidad. No tenemos tiempo, no podemos conciliar, la gente nos juzga como padres como profesionales y hasta como personas, y por mas que intentos hacer lo mejor que podemos siempre tendremos la sensación de que no estamos en nada al 100 por ciento.

Pero ¿sabéis una cosa? Que si lo estamos haciendo bien. Lo hacemos lo mejor que podemos, si lo estamos dando todo, y que si no dormimos, y que si no tenemos vida social, y que si estamos candados, todo merece la pena.

Ser padre es una gran aventura y que hagamos como lo hagamos lo estamos haciendo bien. Si nuestros hijos son felices y se alegran de vernos es que tan mal no lo estamos haciendo. Y que queréis que os diga, si volviera a nacer volvería a repetir la experiencia. 

Solo pido una cosa, que la próxima vez que repita exista por fin conciliación entre la vida familiar y la vida laboral. Que el resto del mundo no se centre en darnos consejos de padres y juzgar como lo estamos haciendo.

Por último quiero decir que nosotros no solo somos padres, somos personas que quieren desarrollarse profesionalmente y necesitamos tener vida y disfrutar de nuestro tiempo; y pienso que con organización y poniendo todos de nuestra parte se podría conseguir la tan ansiada conciliación. 

Al menos a mayor conciliación mayor calidad de vida, mayor felicidad y mayor tasa de natalidad. Si todo es ventajas, ¿por que no se toman en serio el asunto?. 

Un empleado feliz será un empleado eficiente y tener tiempo para nosotros y para nuestra familia es fundamental para ser feliz.

Entonces ¿NO CREÉIS QUE LOS POLÍTICOS Y LAS EMPRESAS DEBERÍAN REFLEXIONAR SOBRE ELLO?.


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