Tentaciones casi resueltas
Por perlanegra
Enviado el 05/04/2019, clasificado en Adultos / eróticos
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Veraneando en un hotel rural del pueblo de mi madre, recibí un mensaje de mi viejo amigo David. Hacía mucho tiempo que no nos veíamos y la verdad es que me apetecía verlo. Me dijo que su madre le había dicho que estábamos en el mismo hotel, así que quedamos para bajar a la piscina a la misma hora.
Allí estuvimos hablando, tomando el sol y recordando pequeñas aventuras que habíamos tenido años atrás. Incluso hubo un momento en el que la conversación fue algo más allá, por lo que decidimos cambiar de aires y meternos en la piscina.
Pero en realidad nuestros cuerpos querían continuar. Por lo que volvimos a sacar el tema. Junto al borde, seguimos tonteando y no sé muy bien como, quedé rodeada por sus brazos contra el borde. De pronto sentí su dureza en mis nalgas… se acercó más y empezó a tocarme los pechos. En seguidas, mis pechos se erizaron y se pusieron duros, me encantaba sentir el calor de sus manos contrastando con el frío del agua, bajó por las caderas, hasta que metió la mano debajo del bikini y empezó a acariciar el clítoris, pero la situación estaba llegando a un punto en el que debíamos cortar. Allí nos podían ver y justamente era un hotel donde podía haber gente conocida.
Por lo que, con gran fuerza de voluntad salí de la piscina y me tendí en la hamaca, pero mi pipita vibraba. Mi cuerpo ansiaba sus manos nuevamente sobre mi clítoris. Estaba empapada y no sólo era por el agua. David salió como pudo tapando su erección. La situación me daba mucho morbo, pues sabía que él estaba igual de excitado que yo.
De pronto nos miramos y con la mirada nos lo dijimos todo, subimos a mi habitación lo más rápido posible, aprovechando cualquier rincón del hotel para meternos manos… su polla estaba húmeda y dura… mi mano resbalaba por ella y eso me encantaba. El camino se nos hizo muy largo… deseábamos follar como locos.
Mientras abría la puerta, sus manos estaban nuevamente bajo mi bikini, jugando con mi clítoris. Tenía una facilidad impresionante para llegar al punto exacto y dejarme sin respiración.
Ya dentro de la habitación, me arrancó el pareo y el bikini, quedé desnuda a su merced. Ni siquiera pudimos llegar a la cama, y me tiró sobre el sofá, me abrió las piernas, se arrodilló delante de mí y comenzó a chupar… Dios! Qué placer… cómo chupaba... mmm me encantaba… El pulso se me aceleraba por momentos, si seguía así me iba a correr en su boca. Estaba tan excitada.
Yo quería jugar con su polla, pero no me dejaba alcanzarla, me tenía abierta, mis manos sujetaban su cabeza presionando en determinados momentos… Sus dedos entraban y salían de mí al tiempo que mordía ligeramente el clítoris. Acabó metiendo los cuatro dedos. Cada vez me tenía más excitada y abierta. Pronto mis jadeos comenzaron a acelerarse, mis muslos a tensarse y justo en ese momento me pellizcó los pezones, haciendo que mi cuerpo se abandonara al placer… ya no podía controlarlo. Estaba llegando al orgasmo. –Síiii, síii, sigueee… vamos… AAaahhhh!!! Una oleada de placer me dejó sin respiración y sin fuerzas
Mmmm. Madre mía… qué bien me había comido el coño… lo tenía hinchado de la excitación… ahora quería su polla dentro. Así que ahora me tocaba a mi. Me deshice de su bañador y agarré su polla con ansiedad, llevaba rato queriendo sentirla dentro de mí, pero primero se la quería comer. Así que ahora era yo la que me arrodillaba delante de él y me la metía en la boca como si no hubiera mañana. Me la quería tragar toda. Con mis manos acariciaba sus huevos y los chupaba de abajo arriba.
Lo miraba con deseo a la vez que se la chupaba, sabía que eso lo ponía a mil. Jugaba con mi lengua en su glande, le daba pequeñas mordiditas, me ayudaba con las manos para que el placer fuera mayor… la mojaba y me la metía lo más profundo que podía… era gruesa y eso me encantaba…Luego metí su polla entre mis tetas y lo mastubé un poco más… quería que estuviera muy muy caliente cuando me sentara sobre él. Quería que de una sola embestida me llenara. Estábamos empapados, nuestros sexos deseaban más… así que llegó el momento de bailar. Me senté sobre él y tal y como quería me taladró. Mi vagina estaba súper lubricada. Aún palpitaba de la corrida anterior. Subía y bajaba sobre él. Con sus manos en mis nalgas comenzó a acelerar el ritmo.
Me follaba duramente, entraba y salía de mí sin parar. Mmmm lo sentía dentro duro y caliente. Movía mis caderas de abajo arriba, sintiendo el roce de mi clítoris sobre su piel. Con mis manos comencé a tocarle sus huevos, quería excitarlo más. Pegué mis tetas a su cara. Subían y bajaban delante de su boca y me las lamía sin parar. Me sentía llena, teníamos todas las partes calientes cubiertas, nos tocábamos sin parar… Buff estábamos tan excitados que pronto volveríamos a llegar al orgasmo… era cuestión de segundos. Justo ahí me tomó de las nalgas y me apretó contra su polla.
-Síii, síiii sigue, no pares me decía…me tienes loco… Diooosss que me voy a correr dentro!! Síii nenaaa no pares… sigue asíiii
-Síii, síiii, sigo, sigo… llévame tú… quiero oírte gritaaarr!! Venga David!, vengaaa!! Que me corro yo tambiéeenn, siiiii vengaaa, córrete dentro… vengaaa
Parecíamos caballos desbocados, nuestros cuerpos no aguantaron más y nos corrimos como locos. Nuestros líquidos se mezclaron en uno… me encantó escuchar el “chof chof” de mis nalgas contra sus muslos de las últimas embestidas… fue bestial!!
Nuestros cuerpos empapados de sudor acabaron pegados el uno al otro. Jadeantes y sin respiración… guaauuuu! Vaya polvazo!!!
Tras un pequeño descanso me levanté. Su semen acabó resbalando por mis muslos… me encantaba… me gustaba sentirme sucia de él. Saber que lo había tenido dentro. Que se había corrido conmigo, con su vieja amiga del instituto, a la que más tarde vería por la calle y la saludaría como si nada de esto hubiera pasado… pero que nosotros sabíamos que algún día volveríamos a repetir…
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