Denunciar relato
Coqueteo constantemente con el insomnio; me roba besos y se los devuelvo. Me acarician los dedos del amanecer y entonces me duermo. Se me hace rutina, y la noche nos cela. Lo que daría por volver con la noche, para dormir con ella. Pero no congeniamos; ante ella mis ojos no cierran.
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