No persigo la felcidad, sino que la disfruto. No pierdo mi vida intentando llegar a ella, porque me niego a no verla cuando la tengo delante.
Un café a mitad de mañana, cuyo aroma te embriaga y te despierta para que estés atenta a las situaciones tan magnificas que se te van a presentar.
Una conversación amena, divertida, llena de escandalosas sonrisas y sutiles carcajadas... entre amigos, familia, desconocidos... ¿qué más da?
Los rayos de sol que se cuelan entre las ventanas, las ramas de los árboles, las nubes o incluso entre los barrotes que te quitan la libertad... y que llegan a ti, buscando tu ser queriendo calentarte como si se tratara del abrazo más dulce...
Que te regalen un beso, una caricia, un abrazo, que te regalen su tiempo... tiempo para compartir
Y que al final del camino, puedas decir que haz sido FELIZ, PORQUE EN ESTA VIDA LO QUE MÁS TE HA GUSTADO, ES VIVIR.
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